martes, 24 de febrero de 2009

114° ANIVERSARIO DEL NACIMIENTO DE HAYA DE LA TORRE

CARACTERÍSTICAS DE VÍCTOR RAÚL HAYA DE LA TORRE

Víctor Raúl Haya de la Torre (1895-1979). Foto: Congreso del Perú.




Conmemorando el 114 aniversario del natalicio de Víctor Raúl Haya de la Torre, Luis Alva Castro, uno de sus discípulos menciona varios aportes, ideales y características del fundador del APRA (Publicado por la agencia Andina):

¿Cuál es el principal aporte de Haya de la Torre en el período de su exilio durante el gobierno de Odría?
–Creo que lo más importante que Haya de la Torre representa y nosotros recogemos en este libro es la defensa de la libertad. Uno de los temas centrales en su lucha política era la lucha contra las dictaduras.

Haya de la Torre es una de las figuras de la política nacional más estudiadas. ¿Cuál es la importancia de revisar su vida?
–Era un hombre entregado totalmente a los ideales que él creía: la democracia, la justicia, la libertad. Sobre todo tenía una identificación con los más pobres. Tenía una capacidad de desprendimiento de las cosas materiales. Lo poco que tenía lo daba a quienes lo necesitaran, sobre todo a sus comedores populares, a su partido, que era lo que él organizaba. Era un gran organizador así como un filósofo, un político, un escritor. Un hombre con una capacidad extraordinaria de trabajo. Era un padre, así lo veíamos nosotros. Siempre le gustó acercarse a la juventud, para preparar a los futuros cuadros.

¿La trayectoria de Haya de la Torre es una muestra de que el ser político no es contradictorio con ser intelectual?
–Naturalmente. Él era, por ejemplo, profesor de Oxford. Pero siempre dictaba conferencias en las universidades. Él amaba, tenía pasión por la cultura y el conocimiento. Era un hombre entregado. Leía muchas horas diarias, escribía bastante, publicaba todos los días en los medios. Estaba permanentemente vinculado a producir ideas, a desarrollarlas, a transmitirlas por todos los medios que en ese momento tenía al alcance. Imagínese usted si hubiera vivido con internet, con correo electrónico, hubiera transmitido sus ideas a todo el mundo. Ideas que aún hoy están vigentes.
Fuente: http:// fichasdehistoria.blogspot.com

lunes, 16 de febrero de 2009

SUBE A 46 EL NÚMERO DE MUERTOS POR MATANZA EN COLOMBIA

Colombia: nativos de la etnia awa soportan fuego cruzado de rebeldes y militares. Organizaciones humanitarias de Colombia siguen esperando una aclaración de las FARC.

Bogotá EFE. Un comité humanitario colombiano denunció que al menos 46 civiles, militares y miembros de grupos ilegales han muerto, desde finales de enero pasado, en hechos relacionados con el conflicto armado en la zona de las recientes matanzas indígenas.

La mayoría de las víctimas son aborígenes de la etnia Awa, advirtió el Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos (CPDH) en Nariño, departamento de la frontera sur con Ecuador en el que se han presentado los crímenes masivos.

El CPDH alertó sobre el alcance del conflicto en la zona cuando las autoridades colombianas trataban de establecer la dimensión de unas incursiones de presuntos rebeldes de las FARC en varios asentamientos indígenas y los desplazamientos que desataron.

La Organización Nacional Indígena de Colombia (Onic) y la Unidad Indígena del Pueblo Awa (Unipa) han informado de la muerte, a manos guerrilleras, de al menos 18 aborígenes y la desaparición de otros nueve en Tortugaña Telembí y El Sande, resguardos en las localidades nariñenses de Barbacoas y Samaniego.

Sin embargo, unas comisiones humanitarias y de las fuerzas de seguridad que se desplazaron el viernes a la zona de conflicto no han hallado los cadáveres de las víctimas, que recibieron muerte con armas blancas, según aborígenes que lograron huir.

El CPDH dio como cierta la versión de que 17 indígenas murieron en la primera matanza, cometida el pasado día 4, y que 10 más fueron asesinados el pasado miércoles, en ambos casos por presuntos rebeldes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Los 27 están entre las por lo menos 46 víctimas fatales que la misma organización no gubernamental (ONG) ha documentado en menos de tres semanas en la zona de conflicto y de lo que dio cuenta en un comunicado divulgado en Pasto, la capital nariñense.

Según el CPDH, las primeras seis muertes se presentaron a finales del pasado enero en enfrentamientos librados por los grupos paramilitares Águilas Negras, Los Rastrojos y Nueva Generación en las montañas de la localidad de Policarpa.

Al menos doce militares, guerrilleros y civiles murieron el 10 de febrero último en combates que se presentaron en el Resguardo Maguí (del pueblo Awa) en la zona rural de Ricaurte, agregó la fuente.

Datos

Asesinato. El Comité Permanente por la Defensa de los derechos Humanos recordó que el pasado fin de semana fue asesinado, en la región, el médico y político Heriberto Melo por rebeldes del Ejército de Liberación Nacional que lo tenían secuestrado desde mayo del 2008.

Acosados. La etnia de los awas ha sobrevivido al fuego cruzado que enfrenta desde hace décadas a rebeldes con el Ejército y los paramilitares.

Tomado del Diario La República

PIDEN 30 AÑOS PARA MILITARES POR CABITOS


La fiscal superior Carmen Ibáñez Carranza pidió una pena de 30 años de prisión para siete ex miembros del Ejército al acusarlos de las desapariciones forzadas de 54 personas en el cuartel militar Los Cabitos, en Ayacucho. Así lo informó ayer la abogada Karim Ninaquispe, representante legal de la Asociación para el Desarrollo Humano Runamasinchiqpaq, que defiende a las víctimas.
La acusación fiscal responsabiliza de torturas, desaparición forzada y asesinatos de 54 personas al ex presidente del Comando Conjunto de las FFAA en 1983 Carlos Briceño Zevallos y a los integrantes de la 2da División de Infantería de Ayacucho, Julio Carbajal Dangelo, Carlos Millones Destefano, Roberto Saldaña Vásquez y Humberto Bari Orbegoso.
Además, a Pedro Paz Avendaño y Arturo Moreno Alcántara, jefes de la Casa Rosada, como se conocía en Ayacucho, al centro de detención de la inteligencia militar.
Argumenta la fiscal que dichos personajes ejercían el control político-militar en la zona de Ayacucho durante el año 1983, por tanto son directos responsables de las atrocidades y crímenes que se cometían dentro del cuartel Los Cabitos.
Los cuerpos de las víctimas eran luego enterrados, con la intención de ocultar los crímenes, en tumbas clandestinas en un terreno anexo al cuartel, donde peritos del Instituto de Medicina Legal de la fiscalía realizan excavaciones y exhumación de cadáveres.
Entre los desaparecidos se encuentra Eladio Quispe Mendoza, esposo de la activista ayacuchana Guadalupe Ccallocunto Olano, quien también fue secuestrada y desaparecida en 1990.

El dato
Restos. Hasta la fecha se han encontrado más de 100 cuerpos de niños, mujeres y hombres en el cuartel Los Cabitos, el principal centro de reclusión, tortura, ejecución extrajudicial y desaparición forzada de civiles en Ayacucho.

Escrito por Ana Véliz

lunes, 9 de febrero de 2009

'Slobo' Milosevic, el 'carnicero' de los Balcanes

No conozco a nadie que mienta con tanta sangre fría". Así describe el ex embajador de EEUU en Belgrado W. Zimmermann al hombre que provocó la desintegración de Yugoslavia, que permitió un retroceso de siglos en Serbia y que se aferró al poder con los usos de un maniático. Milosevic murió el 11 de marzo del 2006 en su celda de La Haya, a los 64 años.

Nacido en 1941 en Pozarevac, en Serbia, Slobodan Milosevic —más conocido como 'Slobo'— forjó su carrera mediante la manipulación, las mentiras y una silenciosa pero desmedida ambición de poder.

Tras culminar sus estudios de Derecho, su mentor político, profesor y presidente de la República Serbia en la década de los 80, Ivan Stambolic, le impulsó al Partido Comunista de Yugoslavia, desconociendo que sería devorado por su criatura. El tiempo le haría lamentarlo. Una vez que entregó al introvertido 'Slobo' el liderazgo del partido, éste apenas tardó meses en desplazarle del poder.

A principios de los 90, el populista 'Slobo' se ganó el apodo del 'carnicero de los Balcanes', iniciando la sangrienta desintegración de Yugoslavia. Nacionalista radical —inventó el lema "allá donde hay un solo serbio está Serbia"-, exacerbó el larvado nacionalismo de su pueblo emprendiendo la espeluznante guerra en Bosnia, tres años de limpieza étnica con 250.000 civiles muertos, miles de desaparecidos y al menos 12.000 violaciones consumadas ante la permisiva actitud de Europa.

Milosevic y su esposa, Mirjana. (Foto: AP)

Milosevic y su esposa, Mirjana. (Foto: AP)

Para poner fin a la tragedia se negoció con Milosevic y el 21 de noviembre los acuerdos de Dayton definieron Bosnia como un estado unificado dividido en dos entidades: la federación croato-musulmana y la denominada "república de Serbia" de los serbobosnios.

Años después, en 1999, el silencioso 'Slobo' volvió a las andadas expulsando a los albaneses de Kosovo, una provincia con un 90% de población musulmana. Tras despreciar las propuestas de paz con los albanokosovares alcanzadas en Rambouillet, donde no estuvo presente, la OTAN decidió atacar Belgrado durante cuatro meses. Pero 'Slobo' no sólo se mantuvo al frente de la Presidencia, sino que logró cambiar la Constitución para poder permanecer en su 'trono'.

Dicen quienes le conocían que carecía de amigos desde su infancia, que tenía un incomprensible concepto de la vida humana —sus padres se suicidaron cuando era un adolescente— y que su esposa, Mirjana, era la verdadera estratega de los genocidios que él puso en práctica. También se le describía como un mentiroso patológico y un encantador de serpientes. Por ello, no es de extrañar que el astuto 'Slobo' confiara en salir airoso de un proceso electoral en el que aparecía como el claro derrotado. Para él, el fin siempre ha justificado los medios.

El mismo pueblo que lo ensalzó lo derrocó. El 5 de octubre de 2000, resultó castigado en las urnas, pero él se negó a aceptarlo: el Tribunal Constitucional anuló las elecciones generales. La respuesta popular fue clara y contundente. Al día siguiente miles de personas asaltaron el Parlamento y lo prendieron fuego. Vojislav Kostunica subió al poder.

Pasaron ocho meses hasta que el nuevo gobierno yugoslavo decidió, a cambio de ayudas económicas de occidente, entregar a 'Slobo' al Tribunal Internacional para los crímenes de la antigua Yugoslavia. El 29 de junio de 2001, Milosevic ya durmió en una celda de La Haya (Holanda). Desde entonces y hasta su muerte, ha estado inmerso en un jucio que finalmente no ha tenido veredicto.

Por MÓNICA G. PRIETO

UCHURACCAY: EL LUTO PERPETUO DE LA PRENSA



Sin aliento, sin sentido: la masacre de Uchuraccay y su posterior politización han sido las peores tragedias del periodismo nacional, sin compasión. Cada año, Javier Ascue, periodista representativo de El Comercio hasta hoy y quien pudo ser el noveno mártir, recuerda el 29 de diciembre de 1982 por dos aspectos en pugna.

Primero, ese día llegó a Ayacucho como corresponsal para cubrir una invasión inminente: Sendero anunciaba que iba a tomar Huamanga y el general Clemente Noel era nombrado jefe político militar de la zona de emergencia en el criminalmente conocido cuartel Los Cabitos. Y segundo, ese día era su cumpleaños.


Desde esa fecha hasta el espantoso 26, Ascue fue testigo del descalabro social y psicológico, con matanzas diarias.


Los periodistas buscaban, por esto, las imperiosas declaraciones del general Noel. Hasta que, según cuenta Ascue: "En una conferencia de prensa quiere anunciarnos con orgullo que la población campesina está respondiendo junto a sus Fuerzas Armadas contra los criminales y que han matado a siete terroristas en la zona de Huaychao".


Con esta noticia, en la balanza social, se abría un frente civil de resistencia. Y los diarios comenzaron a mandar relevos, pero Javier Ascue se quedó. Llegó primero Willy Retto, el fotógrafo de "El Observador": "Y lo primero que hace Willy con su redactor, el chiquillo Mendívil, es ganarnos una primicia. Había llegado el ministro del Interior a Ayacucho en helicóptero y le hizo la foto. Llegando nomás nos gana. Él se había ido a Venezuela, me contaba que le fue regular y que añoraba el Perú. Yo lo había conocido de pequeño al lado de Óscar, su padre, fotógrafo de 'Última hora'", cuenta. Al día siguiente se reencontró con Jorge Sedano de "La República": "Yo fui fotógrafo ambulante antes del periodismo y él había sido repartidor de fotos en los domicilios. Cuando me vio me dijo: 'Te sigo los pasos', me alegré mucho. Me dijo: 'Me tienes que ayudar, yo de acá tengo que regresar famoso a Lima'. Y le sugerí que se fuera a Carmen Alto, donde flameaba una bandera roja. Fue y al día siguiente fue portada en su periódico. ¡Éramos grandes amigos!".



Poco después llegaron Amador García, de la revista "Oiga", y Pedro Sánchez de "El diario de Marka". Y Huaychao seguía siendo la primicia en dulce. Sin embargo, Ascue aprovechó para cubrir una balacera en Chuschi. Al volver tenía los pies ensangrentados por el terrorífico camino y encontró a Eduardo de la Piniella, de "El diario de Marka". "Habían organizado el viaje a Huaychao. Hasta ese momento nadie sabía de Uchuraccay, ni que existía algo con ese nombre.


Estaban esperándome porque era una zona de campesinos y yo hablaba quechua. 'Si no, partíamos ayer'. Les dije que estaba mal. Fui a una reunión a las 8 de la noche, y me animé. En eso, llega Octavio Infante, el periodista de 'Panorama', de Ayacucho, y dice: 'Es fácil el viaje, yo los voy a ayudar, soy de la zona, hablo quechua, cuando lleguemos a Tambo vamos hasta mi hacienda, yo les proporciono caballos'. Allí los iba a esperar un guía llamado Juan Argumedo. Y dije: 'Si ya hay uno que habla quechua...'. Igual me despertaron a las 5:30 de la mañana y vi, en un lanchón lleno, que De la Piniella estaba sentado junto al chofer. 'Ya pues, Javier, déjame ir", me dijo. Se suponía que él no iba, ya había muchos de 'El diario de Marka'. Estaba también el corresponsal Félix Gavilán. Me dijo: 'Siéntate atrás'. Y yo dije: 'No, me siento mal'. Hubo bromas y todavía los veo sacando la cabeza por la ventana: 'Te chupaste'".


La feroz tragedia no espero ni un día en ser conocida. Una señora llegó a Huamanga, buscó a Javier y le entregó el carnet de periodista de Jorge Luis Mendívil: "Señor, a los periodistas los han matado...". Y el tenaz corresponsal de El Comercio escuchó por primera vez el nombre que en los siguientes días demonizaría a sus pobladores: Uchuraccay.


El general Noel apareció en público y confirmó las muertes. Ascue se subió al primer helicóptero y ayudó a desenterrarlos con sus sonámbulas manos: estaban de dos en dos, boca abajo, en cuatro fosas, mutilados por la cabeza, con hachas, hondas y piedras. Los campesinos que antes eran "patriotas" por matar senderistas se tornaban en "criminales".




MOTIVACIONES POLÍTICAS

Lo que siguió después se pudrió de ideología: las furiosas acusaciones recayeron en las Fuerzas Armadas, que "habrían instigado las matanzas", según muchos periodistas, dirigentes de izquierda y familiares.


El 2 de febrero de 1983 Belaunde nombró una comisión presidida por Mario Vargas Llosa y fue la más vilipendiada de la historia cuando concluyó que la propia comunidad cometió el asesinato masivo por sus condiciones de marginación y aislamiento. El antropólogo Luis Millones, quien participó de aquella comisión, una vez declaró: "Era una tarea que había que hacer por encima de cualquier cosa... Yo hice lo mejor que pude y con eso me puedo morir tranquilo".


Veinte años después, la CVR refrendó sus conclusiones: "La matanza fue cruel y no duró más que treinta minutos (...) los campesinos estaban seguros de que habían dado muerte a miembros del PCP SL, por eso mismo los sepultaron fuera del cementerio y sin velatorio... los cuerpos de los periodistas fueron depositados muy cerca de la plaza, a solo 200 metros, sin ningún afán de ocultamiento".


Y tampoco negó "que diversos agentes del Estado -los sinchis e infantes de Marina, el jefe del Comando Político Militar y el propio presidente de la República- alentaron esta conducta". Pero no avaló la tesis de que fueron directos perpetradores.


Las historias de valentía de los familiares por saber la verdad son recogidas todos los años. "El mismo día que murió soñé que ambos viajábamos en un globo, pero que después este se reventaba. No sé si me quiso llevar o es que yo presentí su destino", narró una vez Ive, la hija de Félix Gavilán. Y sus denuncias contra las Fuerzas Armadas siguen vigentes.


Alicia Retto, la hija de Willy, y hoy también periodista, cuenta la versión acusadora. Para ella, la comisión Vargas Llosa y luego la CVR no tomaron en consideración las últimas fotos de su papá, donde se ve a sus atacantes. "Mi papá estudiaba Psicología en la Villarreal y quería dejar una prueba. Él sabía que iba a ser su final, solo le quedaba como periodista dejar un registro y qué mejor que con su cámara".


Y no hay que olvidar que hubo una segunda investigación que fue realizada por el Poder Judicial y que en un proceso que la CVR califica de "confuso y dilatado, cuyo fallo definitivo fue emitido el 9 de marzo de 1987", se sentenció por homicidio a los campesinos Dionisio Morales Pérez, Simeón Auccatoma Quispe y Mariano Ccasani Gonzales (que padecieron sin conclusiones definitivas una prisión donde eran considerados "salvajes", "chutos" y "mataperiodistas"), y se ordenó la captura de otros 14 comuneros de Uchuraccay.


Pero ocupados de los mártires del periodismo, los medios de comunicación se olvidaron de ese mismo pueblo "aislado" y "marginado". La palabra espanto es ínfima para describir lo que sucedió después sobre los 4 mil metros sobre el nivel del mar. Entre abril y diciembre de 1983, 135 comuneros de la etnia iquichana fueron masacrados por Sendero y las Fuerzas Armadas en esta zona cuyos pobladores habían peleado por la independencia de España, pero que languideció estigmatizada. Y el pueblo fue fantasma por diez años.


Hasta que se organizó su repoblamiento, noticia que cubrió, quién más, el corresponsal de El Comercio, Javier Ascue.

Escrito por Miguel Ángel Cárdenas M. Diario El Comercio.

domingo, 1 de febrero de 2009

CONDENAN A 20 AÑOS DE PRISIÓN A MARINO ASESINO



  • (ANDINA).- La Sala Penal Nacional condenó a 20 años de prisión al comandante (r) de la Marina Andrés Egocheaga Salazar, tras determinar que asesinó a Indalecio Pomatanta (17), en su vivienda en Pucallpa, durante una operación el 2 de abril del año 1995.

    El tribunal sentenció al ex oficial de la Marina por el delito de homicidio calificado, por rociar de gasolina el cuerpo del joven y quemarlo vivo al acusarlo falsamente de ser terrorista.

    Egocheaga Salazar deberá pagar además 200 mil nuevos soles de reparación civil a favor de los deudos de la víctima.

    La Sala, presidida por la vocal Emma Benavides Vargas, absolvió al capitán de Fragata Jorge Luis Rabanal Calderón, y a los suboficiales Pedro Rodríguez Rivera y Mario Peña Ramírez.

    Se determinó que ellos participaron en la operación para prestar seguridad, pero se encontraban lejos del lugar al momento de los hechos, los cuales fueron cometidos por Egocheaga Salazar de manera particular.

    También se ordenó la captura de José Spencer Guido Dávalos, quien se encuentra como no habido.

    La Fiscalía interpuso recurso de apelación a fin de elevar a 25 años de prisión la condena de Egocheaga.

    Asimismo, extendió su apelación contra la absolución de Jorge Luis Rabanal Calderón, y a los suboficiales Pedro Rodríguez Rivera y Mario Peña Ramírez.

  • ANDINA (Agencia Peruana de Noticias)
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