lunes, 26 de abril de 2010

Kissinger anuló orden contra atentados internacionales de la Operación Cóndor El atentado que costó la vida al ex canciller chileno Letelier se cometió cinco días después

David Brooks
Corresponsal
Periódico La Jornada
Domingo 11 de abril de 2010, p. 23
Nueva York, 10 de abril. Cinco días después de que el entonces secretario de Estado Henry Kissinger rescindió una orden diplomática que expresaba la oposición estadunidense al complot de asesinatos internacionales de la Operación Cóndor se cometió el peor atentado terrorista en Washington (sólo superado por el del 11 de septiembre de 2001), cuando estalló una bomba en el automóvil del ex canciller chileno Orlando Letelier en 1976.

Bookmark 
and Share
Letras Medianas Letras Grandes Letras Extra Grandes


Pinochet y la 
Cia
La Operación Cóndor fue una iniciativa coordinada por los servicios secretos de Chile, Argentina, Uruguay, Paraguay, Brasil y otros países de Sudamérica, cuyo propósito era rastrear y eliminar a los opositores a los regímenes militares.Según un documento oficial estadunidense, obtenido y revelado hoy por vez primera por la organización pro transparencia gubernamental National Security Archive (NSA), Kissinger ordenó anular instrucciones giradas por él a los embajadores estadunidenses en el Cono Sur para que advirtieran a los jefes de las juntas militares que Washington se oponía a planes para llevar a cabo “asesinatos internacionales”.

El cable diplomático, fechado 16 de septiembre de 1976 y enviado por Kissinger a su secretario asistente de Estado para Asuntos Interamericanos Harry Shlaudeman, declaraba que el secretario “ha instruido que no se proceda con más acción sobre ese asunto”.

Esa orden suspendía una iniciativa de altos diplomáticos estadunidenses, aprobada por Kissinger sólo tres semanas antes, para comunicar a los gobiernos militares de Chile, Argentina y Uruguay que Estados Unidos estaba “profundamente preocupado” por “planes para asesinar subversivos, políticos y figuras prominentes dentro de las fronteras nacionales de ciertos países del Cono Sur y en el extranjero”.

Este cable del 16 de septiembre respondía a un comunicado secreto del 30 de agosto de 1976 de Shlaudeman titulado Operación Cóndor, el cual avisaba a Kissinger: “lo que estamos intentando evitar son asesinatos internacionales que podrían dañar seriamente la imagen y reputación mundial de los países involucrados”.

Pero con la orden de Kissinger, de suspender ese esfuerzo, el 20 de septiembre su subordinado Shlaudeman giró instrucciones a los embajadores estadunidenses del Cono Sur de “no tomar más acción”. Al día siguiente estalló una bomba en un automóvil en Washington, matando a Letelier y a su asistente estadunidense Ronni Karpen Moffitt, en lo que sería el atentado más conocido de la Operación Cóndor.

Peter Kornbluh, analista sobre Chile del NSA, comentó que ese cable “es la pieza perdida del rompecabezas histórico sobre el papel de Kissinger en la acción e inacción del gobierno estadunidense después de enterarse de los complots de asesinatos de Cóndor. Ahora sabemos qué ocurrió”. Subraya que, sin explicación, Kissinger detuvo una acción diplomática del Departamento de Estado, cuyo objetivo era tratar de detener la implementación del complot. “La cancelación por Kissinger de esa advertencia a las naciones del Cóndor anuló la entrega de una protesta diplomática que, es concebible, podría haber disuadido un acto de terrorismo en Washington DC”.

La Operación Cóndor fue una iniciativa coordinada por los servicios secretos de Chile, Argentina, Uruguay, Paraguay, Brasil y otros países de Sudamérica, cuyo propósito era rastrear y eliminar a los opositores a los regímenes militares.

En documentos oficiales estadunidenses obtenidos y difundidos por NSA, se revelan los argumentos de los encargados de la política hacia América Latina en el Departamento de Estado sobre la iniciativa de asesinatos de Cóndor. En un cable diplomático secreto firmado por Kissinger y enviado el 23 de agosto de 1976, se instruye a los embajadores en las naciones participantes en la Operación Cóndor a reconocer la utilidad de la coordinación de “información de seguridad e inteligencia” ante fuerzas “subversivas”, pero a la vez expresa alarma sobre “asesinatos planeados y dirigidos por los gobiernos” de Chile, Argentina, Bolivia y Uruguay, y que ello podría tener “implicaciones serias”.

Por tanto, se sugiere que se exprese a los más altos niveles de dichos gobiernos que aunque Estados Unidos considera “útil” esa coordinación ante “actividades subversivas en la región”, perpetrar asesinatos “crearía un problema moral y político muy serio” que intensificaría “la crítica pública mundial de los gobiernos involucrados”.

Más aún: las instrucciones iniciales eran que los embajadores estadunidenses expresaran que Estados Unidos no tenía la intención de aconsejar a esos gobiernos cómo controlar sus problemas de seguridad, pues cometer los homicidios provocaría críticas, dañaría la imagen internacional de esas naciones y dificultaría el apoyo estadunidense ante la opinión pública. De hecho, en el caso de Argentina el diplomático debía expresar que Washington estaba preparado para “realizar intercambios periódicos de información sobre el nivel general y los modos de actividades comunistas y otros terroristas en el hemisferio y otras partes”. Pero lo anterior mientras se expresaba la preocupación estadunidense ante el complot de asesinatos dentro y fuera de estos países bajo Cóndor.

Fueron éstas las instrucciones que finalmente fueron anuladas por Kissinger cuando decidió, aún no se sabe por qué, no comunicar la preocupación de Washington a los países de la Operación Cóndor.
El cable de Kissinger del 16 de septiembre de 1976, más otros documentos oficiales estadunidenses relacionados con esa coyuntura en torno a Cóndor y Estados Unidos, se pueden revisar en www.gwu.edu/~nsarchiv/index.html

Absuelven a militares implicados en “Caso Matero”

                                                    Defensa de las víctimas y Fiscalía interpusieron recurso de nulidad.
                               caso Matero será remitido a Corte Suprema, máxima instancia que evaluará sentencia.
                                   Fuente: http://www.adehrperu.org/notas-de-prensa-adehr/caso-matero-albino-quino

Lima, Perú (ADEHR).- La Sala Penal Nacional absolvió este lunes 26 de abril a tres militares procesados por la desaparición forzada de cuatro campesinos, registrada entre el 25 y 30 de julio de 1986, en la comunidad de Matero, en la provincia de Cangallo (Ayacucho).
Karim Ninaquispe, representante legal de la Asociación para el Desarrollo Humano Runamasinchiqpaq (ADEHR) y abogada de la familia del desaparecido Albino Quino Sulca, informó que ya han interpuesto un recurso de nulidad al igual que la Fiscalía.
“El caso será remitido a la Corte Suprema, instancia máxima que evaluará la sentencia. Confiamos en que la Corte Suprema declare la nulidad del dictamen y ordene un nuevo proceso”, afirmó la letrada. La Fiscalía había pedido 20 años de prisión para los agentes militares Carlos Armando Bardales Angulo, Marino Nemesio Ambia Vivanco y el efectivo policial Javier Augusto Culquicondor Díaz, sindicados como responsables de la detención y desaparición de los campesinos Albino Quino Sulca, Martin Escriba Pillaca, Melchor Tineo Perez y Seferino Quispe Pillaca.
FUENTE:  http://tuitero.com/peru/20100426/21729.html

El lunes dictarán sentencia sobre crimen de DDHH

                                          Fiscal ha pedido 20 años de prisión en contra de responsables del caso Matero.
                                     Fuente:http://www.adehrperu.org/notas-de-prensa-adehr/caso-matero-albino-quino

En caso Matero. Acusan a militares y policías por la desaparición de tres campesinos ocurrida en 1986.

La Sala Penal Nacional debe dictar  sentencia este lunes 26 contra los efectivos militares Carlos Armando Bardales Angulo, Marino Nemesio Ambia Vivanco y el policía Javier Augusto Culquicondor Díaz, sindicados como responsables de la detención y desaparición de tres pobladores de la comunidad de Matero, en Cangallo, Ayacucho, producida en julio de 1986.

La abogada de los familiares de las víctimas, Karim Ninaquispe, explicó que este es el segundo proceso que se realiza para establecer  la responsabilidad de los acusados. “Confiamos en que ,luego de haber escuchado a todos los testigos y evaluado las pruebas, la Sala Penal Nacional emitirá un fallo condenatorio conforme a los estándares de procesamiento de crímenes de esta naturaleza”, afirmó.
Fuente: http://www.larepublica.pe/archive/all/larepublica/20100425/9/node/262931/total/15/pagina
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

CREEMOS EN LA DEMOCRACIA, LOS DERECHOS HUMANOS, LA JUSTICIA SOCIAL, LA LIBERTAD, LA VIDA Y LA PAZ. QUE NUNCA MÁS NADIE TENGA QUE SUFRIR PERSECUCIÓN, DESTIERRO, PRISIÓN O MUERTE POR SUS IDEAS.