domingo, 4 de septiembre de 2011

Entrevista a Yesenia Álvarez, una amiga del pueblo cubano (Una historia desde el Perú)


Una historia desde el Perú.




1  - Yesenia Álvarez (Perú). Joven, inteligente, exitosa,… Extraña combinación. Háblame  de ti, de esa organización que presides, de tu formación profesional y familiar, y cuéntame cuándo y por qué se despertó esa pasión por Cuba.
Si en nuestros países apostamos por dejar florecer nuestros talentos en libertad ya no se hablaría de una extraña combinación. Estoy segura que muchos jóvenes en el Perú vamos en ese camino, sin embargo hay mucho por hacer para que los jóvenes del Perú y Latinoamérica gocemos plenamente de la posibilidad de ser exitosos si trabajamos nuestros talentos sin que ningún Estado populista, autoritario o intervencionista se apropie del producto de nuestro esfuerzo. La libertad, una vez que se gana, debemos resguardarla constantemente, no hay forma de tenerla asegurada para siempre. Ese es el precio de tenerla: cuidarla. Por eso en IPL, la organización que presido, estamos comprometidos con difundir y demostrar las ventajas de vivir en libertad. Yo estudié derecho, y desde la universidad, en los primeros años con mi acercamiento a  los orígenes del constitucionalismo, quedé cautivada por las ideas liberales, por lo que siempre la situación de las libertades y los derechos humanos en una longeva dictadura como la cubana, desde esos años tuvo mi preocupación. A esto hay que agregarle que en el Perú como en otros países latinoamericanos se ha creado el mito que Cuba, mejor dicho lo que hace el gobierno cubano, debe ser un modelo a imitar por nuestros países. Cuando descubrí las ideas liberales, sentí que había sido liberal por siempre y comprometida ya con difundirla como una filosofía de vida quería ayudar a desmitificar los supuestos “logros sociales del gobierno cubano” que hace que muchas personas, algunas seguramente inteligentes y bien intencionadas, sean condescendientes con una de las dictaduras más perversas del continente.
2  - “La Libertad es importante para alcanzar el desarrollo” es una frase interesante que en internet se te adjudica, y generó comentarios. ¿No se te hace algo excluyente para aquellos que no tienen eso que es tan relativo y muchos llaman “libertad”?
No se me hace excluyente porque precisamente la frase busca alentar que los países que no cuentan con libertad tomen ese camino, ya que donde hay libertad hay condiciones para que el propio individuo construya su propio destino, hay posibilidad de desarrollo, oportunidades para generar riqueza, ser exitoso, mejorar su calidad de vida y lograr sus sueños. Cuando dejas que otro elija un futuro o destino para tu vida, que es lo que los populistas y asistencialistas buscan, estás condenado a que ellos elijan darte la vida que sea y claro la experiencia es clara en demostrar que la vida que suelen darte es muy pobre. Lo que hace el gobierno cubano es para mí un ejemplo de ello. Casos hay muchos, me centraré en uno que debe merecer la indignación de cualquiera que se llame demócrata, esto es, se dice que en Cuba hay la mejor educación y una educación de calidad, pero yo me pregunto ¿Puede llamarse educación y más aún de calidad si los estudiantes no deciden qué estudiar?, si para estudiar deben adscribirse al pensamiento único revolucionario. ¿Puede ser la mejor educación si el estudiante no puede decidir qué hacer con esa educación, si el estudiante no puede mejorar su calidad de vida al tener un sistema económico que lo explota? No hay como desarrollarse en Cuba a partir de la educación. ¿Puede llamarse educación si una vez educado el estudiante no puede leer o decir lo que quiera? Y estoy hablando del pueblo, no de aquellos privilegios que gozan los que son cercanos al poder. Los excluyentes son esos gobernantes populistas y autoritarios que excluyen de las ventajas de la libertad a sus ciudadanos. Es muy cómodo pedir revolución, socialismo, asistencialismo pidiendo el sacrificio de la libertad cuando ese sacrificio es de otros. Lo digo en relación a todos los que apoyan el régimen desde afuera diciendo que “vale la pena sacrificar libertades a cambio de los logros sociales’’ pero que no son capaces de vivir en esa dictadura, tal y como vive el pueblo no lo privilegiados del poder. La libertad es la ausencia de esos privilegios conseguidos a costas de los individuos de un pueblo que vive en la opresión. La libertad es un valor en sí misma que no debe ser sacrificada a cambio de otros valores. Cuando ello ocurre pronto se advierte que se ha perdido la libertad y también esos valores a cambio de los cuales se quitó la libertad. En nombre de una supuesta mejor educación se castiga en Cuba a quienes se atreven a pensar diferente del gobierno.
 3- En 1980, un grupito de cubanos -en mi opinión desesperados, y a bordo de un autobús-, irrumpieron sin permiso en los predios custodiados de la embajada del Perú. Y aunque muchos cubanos olviden, suceso tan singular marcó “un antes y un después” en la historia de mi país. Dime Yesenia, qué sabes tú de este hecho; y relátame, por favor, ¿cómo y de qué viven esas familias cubanas que generaron el éxodo del Mariel y quedaron varadas en Lima; personas a quienes más de 120 mil cubanos, en vez de ignorar, les deberían estar eternamente agradecidos?
Ese es un lazo muy fuerte entre  Perú y Cuba. He escuchado muchas historias y todas son desoladoras. Nadie merece el maltrato y abuso que sufrieron estas personas en su intento de salir del país. Allí se pudo evidenciar como el gobierno cubano ha sido el principal separador de familias. No entiendo como personas tan sensibles como Silvio Rodríguez, García Márquez y otros pueden ser tan condescendientes con una dictadura que ha separado durante todos estos años a las familias cubanas. Es la historia símbolo de Cuba, padres, hijos, hermanos, familias que quieren estar juntos y  han sido separadas,  están separados por años, porque muchas personas del exilio no pueden regresar. Ese deseo de huir de miles de cubanos en 1980 debe llevarnos a reflexionar. Por un reportaje reciente, se que al Perú llegaron cientos de personas y que tras 30 años quedan algo de 60 en Villa El Salvador. Habría que buscar esas historias, tengo mucho interés en ello, de cómo fueron desenvolviéndose sus vidas en estos años, están los que se fueron de Lima, otros que les ha ido bien en Lima y también la de aquellos que les ha ido mal. Han pasado 30 años  y nos ha pasado de todo. Hoy el Perú no es el mismo de entonces, hoy se respiran aires de libertad pero con ciertas barreras que tenemos que vencer para que los ciudadanos construyamos exitosamente nuestro futuro. Debemos valorar que tenemos la libertad de expresarnos, de denunciar la corrupción, de oponernos a los abusos que sufren los ciudadanos con el mercantilismo, de reclamar que hacen con los impuestos que pagamos y sobretodo la posibilidad de vencer la pobreza con nuestra creatividad. Debemos cuidar las libertades que ahora  gozamos y pelear por más libertades.
4- “Cuba y los elefantes” me pareció un material crítico, desmitificador, respetuoso y real. Eres,  amante de la paz, la justicia, y defensora de esas tantas causas nobles que, por desgracia, a mi entender, andan hoy medio perdidas. Dime, ¿por qué a alguien como tú se le expulsa de mi país y, aún más, se le prohíbe la entrada?  
Por algo que no ocurre en pleno siglo XXI en una sociedad abierta. Junto con cuatro peruanas más visité a las Damas de Blanco en un lugar público, en la Iglesia de Santa Rita en La Habana. Lo hicimos en diciembre del 2007, en vísperas del día internacional de los derechos humanos, para expresar nuestra solidaridad a su valiente y heroico esfuerzo contra la dictadura. 
Hasta ahora recuerdo el temor a la incertidumbre de nuestros destinos durante ese día, primero perseguidas por La Habana y luego interrogadas y retenidas en el hotel, con la prohibición de salir y despojadas de nuestros pasaportes. Sí hay algo que funciona bien en Cuba, es su aparato represor. Paradójico fue estar allí sin derechos en el día internacional de los derechos humanos.
                                                                                         
5-  Ha sido un honor conocerte, y me complace ser  tu amigo. Antes de terminar, y porque alguien como tú despierta siempre la pasión de mis lectores, me gustaría preguntar: ¿Eres casada o soltera?, ¿sabes cantar?, ¿te gusta bailar?
Igualmente para mí es un  honor conocerlo Juan. Admiro su trabajo y su valor por lo que aprecio mucho iniciar esta amistad, la cual desde ya  siento y presagio como perdurable. Soy soltera, no se cantar y me deleito disfrutando de ese talento en otros. Me han dicho que bailo muy bien, aunque tengo mis épocas para ello. Una de mis pasiones el básquet, y soy una amante obstinada del cine y las series televisivas. Desde niña me gusta leer mucho y escuchar historias de vida que me estremezcan. Muchas gracias.
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