Bogotá EFE. Un comité humanitario colombiano denunció que al menos 46 civiles, militares y miembros de grupos ilegales han muerto, desde finales de enero pasado, en hechos relacionados con el conflicto armado en la zona de las recientes matanzas indígenas.
La mayoría de las víctimas son aborígenes de la etnia Awa, advirtió el Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos (CPDH) en Nariño, departamento de la frontera sur con Ecuador en el que se han presentado los crímenes masivos.
El CPDH alertó sobre el alcance del conflicto en la zona cuando las autoridades colombianas trataban de establecer la dimensión de unas incursiones de presuntos rebeldes de las FARC en varios asentamientos indígenas y los desplazamientos que desataron.
La Organización Nacional Indígena de Colombia (Onic) y la Unidad Indígena del Pueblo Awa (Unipa) han informado de la muerte, a manos guerrilleras, de al menos 18 aborígenes y la desaparición de otros nueve en Tortugaña Telembí y El Sande, resguardos en las localidades nariñenses de Barbacoas y Samaniego.
Sin embargo, unas comisiones humanitarias y de las fuerzas de seguridad que se desplazaron el viernes a la zona de conflicto no han hallado los cadáveres de las víctimas, que recibieron muerte con armas blancas, según aborígenes que lograron huir.
El CPDH dio como cierta la versión de que 17 indígenas murieron en la primera matanza, cometida el pasado día 4, y que 10 más fueron asesinados el pasado miércoles, en ambos casos por presuntos rebeldes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Los 27 están entre las por lo menos 46 víctimas fatales que la misma organización no gubernamental (ONG) ha documentado en menos de tres semanas en la zona de conflicto y de lo que dio cuenta en un comunicado divulgado en Pasto, la capital nariñense.
Según el CPDH, las primeras seis muertes se presentaron a finales del pasado enero en enfrentamientos librados por los grupos paramilitares Águilas Negras, Los Rastrojos y Nueva Generación en las montañas de la localidad de Policarpa.
Al menos doce militares, guerrilleros y civiles murieron el 10 de febrero último en combates que se presentaron en el Resguardo Maguí (del pueblo Awa) en la zona rural de Ricaurte, agregó la fuente.
La mayoría de las víctimas son aborígenes de la etnia Awa, advirtió el Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos (CPDH) en Nariño, departamento de la frontera sur con Ecuador en el que se han presentado los crímenes masivos.
El CPDH alertó sobre el alcance del conflicto en la zona cuando las autoridades colombianas trataban de establecer la dimensión de unas incursiones de presuntos rebeldes de las FARC en varios asentamientos indígenas y los desplazamientos que desataron.
La Organización Nacional Indígena de Colombia (Onic) y la Unidad Indígena del Pueblo Awa (Unipa) han informado de la muerte, a manos guerrilleras, de al menos 18 aborígenes y la desaparición de otros nueve en Tortugaña Telembí y El Sande, resguardos en las localidades nariñenses de Barbacoas y Samaniego.
Sin embargo, unas comisiones humanitarias y de las fuerzas de seguridad que se desplazaron el viernes a la zona de conflicto no han hallado los cadáveres de las víctimas, que recibieron muerte con armas blancas, según aborígenes que lograron huir.
El CPDH dio como cierta la versión de que 17 indígenas murieron en la primera matanza, cometida el pasado día 4, y que 10 más fueron asesinados el pasado miércoles, en ambos casos por presuntos rebeldes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Los 27 están entre las por lo menos 46 víctimas fatales que la misma organización no gubernamental (ONG) ha documentado en menos de tres semanas en la zona de conflicto y de lo que dio cuenta en un comunicado divulgado en Pasto, la capital nariñense.
Según el CPDH, las primeras seis muertes se presentaron a finales del pasado enero en enfrentamientos librados por los grupos paramilitares Águilas Negras, Los Rastrojos y Nueva Generación en las montañas de la localidad de Policarpa.
Al menos doce militares, guerrilleros y civiles murieron el 10 de febrero último en combates que se presentaron en el Resguardo Maguí (del pueblo Awa) en la zona rural de Ricaurte, agregó la fuente.
Datos
Asesinato. El Comité Permanente por la Defensa de los derechos Humanos recordó que el pasado fin de semana fue asesinado, en la región, el médico y político Heriberto Melo por rebeldes del Ejército de Liberación Nacional que lo tenían secuestrado desde mayo del 2008.
Acosados. La etnia de los awas ha sobrevivido al fuego cruzado que enfrenta desde hace décadas a rebeldes con el Ejército y los paramilitares.
Tomado del Diario La República
Acosados. La etnia de los awas ha sobrevivido al fuego cruzado que enfrenta desde hace décadas a rebeldes con el Ejército y los paramilitares.
Tomado del Diario La República
1 comentario:
RumiMaqui dijo:
Nos solidarizamos con las etnia Awa que viene sufriendo las consecuencias de la violencia política en Colombia. En nuestro país también muchas etnias amazónicas sufrieron el fuego cruzado durante la época del terrorismo.Como olvidar a los Asahaninkas que vivían casi esclavizados por los senderistas. Para este grupo político asesino los que no apoyaban su "guerra popular" eran considerados enemigos y por lo tanto tenían que ser aniquililados. Hoy después de haber ensangrentado nuestra país durante más de una década pretenden que olvidemos sus asesinatos y pregonan una denominada "solución política". Es decir que se liberen a sus presos, especialmente a sus líderes. Vaya descaro de estos "revolucionarios".
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