No queremos hacer imputaciones a la ligera a los “dirigentes” que entre mayo y este mes han orquestado protestas y bloqueos de carreteras. Dos recientes casos graves de violencia se han registrado en Canchis (región Cusco) y Andahuaylas (región Apurímac).
En ambos las protestas han contado con la participación del SUTEP (Sindicato Unitario de Trabajadores de la Educación del Perú) como columna vertebral. Es sabido que este gremio politizado se proclama ser “clasista y combativo” y adscrito a la ideología maoísta (Patria Roja). En este contexto, resulta sospechoso que las protestas se hayan agudizado en mayo, precisamente se sabe que el día 17 de ese mes, en 1980, el PCP-Sendero Luminoso inició la lucha armada al incendiar un local público en el poblado de Chuschi y quemar el material electoral para las elecciones de ese año que permitirían a los peruanos retornar a la democracia. Pero aquí no queda la coincidencia.
Recordemos también que los días 18 y 19 de junio del año 1986, los criminales presos por terrorismo se amotinaron en tres penales (El Frontón, Lurigancho y Santa Mónica). Sendero Luminoso denominó desde entonces al 19 de junio como “Día de la heroicidad”. Por ello es irracional que aún existan dirigentes, en particular cabecillas de los “Frentes de Defensa”, quienes se dejan manipular por consignas de agitadores –muchos de éstos del SUTEP– hacia posiciones recalcitrantes.
Lamentamos, por ejemplo, que tanto en Bagua (una de las víctimas civiles era miembro del SUTEP) como en Cusco y Andahuaylas, ese gremio maoísta despliegue alegremente a sus cuadros más radicales y lance toda su logística violenta en las movilizaciones populares, llegando incluso a azotar a un alcalde y a amenazarlo de muerte, como ha ocurrido en Andahuaylas. ¿A qué juega Patria Roja, movimiento extremista y eterno mandamás del SUTEP, con este tipo de actos? ¿Qué buscan sus dirigentes fomentando el caos, atizando protestas, organizando la toma de vías urbanas y rurales? Peor aún, ¿qué mensaje quieren dar cuando las fechas de sus protestas coinciden con “efemérides” de la subversión senderista?
Estamos pues en la hora propicia para que los partidos democráticos emplacen a los grupos radicales que -como Patria Roja- están detrás de los conflictos sociales. Asimismo, es tiempo que la Defensoría del Pueblo no calle esta realidad y proceda a precisar bien las causas de estas protestas que atentan contra la democracia, causas que no son otras que vulgares motivaciones por cuestiones de poder y por posiciones ideológicas antisistema.
En suma, en medio de esta ola de conflictos, el SUTEP también le debe explicaciones al país y hasta debería hacérsele responsable de las muertes y de las millonarias pérdidas que viene ocasionando a la sociedad con sus acciones de fuerza. Por último, qué irónico resulta que el SUTEP hable de democracia cuando es el sindicato más autoritario y cavernario que existe.
Urge entonces que –por ejemplo– el Ministerio de Educación retome esa energía e inspiración que exhibió a finales del 2006 e inicios del 2007, cuando se comprometió a modernizar el servicio magisterial porque lo cierto es que hoy el SUTEP está vivito y coleando, no precisamente para mejorar la calidad educativa sino para detener al Perú.