INFORME DE HUMAN RIGHT WATCH
Raúl, tan represor como Fidel
LIMA El gobierno cubano ha cambiado de manos, pero mantiene una vieja "maquinaria represiva" con la que continúa violando derechos humanos, encarcelando a personas que intentan ejercer sus derechos y, en algunos casos, hasta a los desempleados.
Esa es la principal denuncia que se desprende de un análisis divulgado ayer por Human Rights Watch (HRW) en su primera evaluación sobre la situación en Cuba desde que Raúl Castro asumió el poder en julio de 2006.
El informe, titulado "Un nuevo Castro, la misma Cuba", destacó la llamada "ley de peligrosidad", con la que, con claros fines políticos, el gobierno encarcela a personas antes de que hayan cometido un delito, con la sospecha de que "puedan cometerlo en el futuro".
Esa ley señala como actividades antigubernamentales manifestaciones pacíficas, escribir artículos duros contra el gobierno, entregar copias de la Declaración Universal de los Derechos Humanos e intentar organizar sindicatos independientes.
También quienes no tienen empleo, no cooperan con el Estado o no pertenecen a organizaciones del partido de gobierno son acusadas de tener una conducta "antisocial" y sujetas a posibles "advertencias" o a la cárcel.
Ante esta situación, la organización ha recomendado a la comunidad internacional que dé un plazo de seis meses para la liberación de los presos políticos y evalúe posibles medidas punitivas -congelación de bienes o inversiones extranjeras- contra los líderes cubanos si el gobierno no cumple.
Raúl, tan represor como Fidel
LIMA El gobierno cubano ha cambiado de manos, pero mantiene una vieja "maquinaria represiva" con la que continúa violando derechos humanos, encarcelando a personas que intentan ejercer sus derechos y, en algunos casos, hasta a los desempleados.
Esa es la principal denuncia que se desprende de un análisis divulgado ayer por Human Rights Watch (HRW) en su primera evaluación sobre la situación en Cuba desde que Raúl Castro asumió el poder en julio de 2006.
El informe, titulado "Un nuevo Castro, la misma Cuba", destacó la llamada "ley de peligrosidad", con la que, con claros fines políticos, el gobierno encarcela a personas antes de que hayan cometido un delito, con la sospecha de que "puedan cometerlo en el futuro".
Esa ley señala como actividades antigubernamentales manifestaciones pacíficas, escribir artículos duros contra el gobierno, entregar copias de la Declaración Universal de los Derechos Humanos e intentar organizar sindicatos independientes.
También quienes no tienen empleo, no cooperan con el Estado o no pertenecen a organizaciones del partido de gobierno son acusadas de tener una conducta "antisocial" y sujetas a posibles "advertencias" o a la cárcel.
Ante esta situación, la organización ha recomendado a la comunidad internacional que dé un plazo de seis meses para la liberación de los presos políticos y evalúe posibles medidas punitivas -congelación de bienes o inversiones extranjeras- contra los líderes cubanos si el gobierno no cumple.
FUENTE:
http://www.correoperu.com.pe/correo/nota.php?txtEdi_id=4&txtSecci_parent=0&txtSecci_id=81&txtNota_id=222188