Los deudos recorrieron casi 48 kilómetros junto a los 92 ataúdes blancos que contenían la osamenta, en muchos casos incompleta.
Putis (AP). Decenas de familiares de campesinos asesinados hace más de dos décadas por las fuerzas armadas sepultaron los restos de las víctimas en un cementerio construido para la ocasión en un remoto poblado andino del sureste de Perú donde se produjo la masacre.
El entierro se realizó en Putis, una pobre y alejada comunidad campesina de la región Ayacucho, donde culminaron las exequias iniciadas el jueves en Huamanga, la capital de la región, desde donde los deudos recorrieron casi 48 kilómetros junto a los 92 ataúdes blancos que contenían la osamenta, en muchos casos incompleta, de igual número de víctimas.
Los familiares, vestidos a la usanza tradicional, también llevaban flores.
La matanza de Putis, a unos 300 kilómetros el sureste de Lima, ocurrió en 1984, pero no se conoció sino hasta el 2001 por una investigación periodística.
La Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) consignó el hecho en su informe del 2003 sobre las violaciones a los derechos humanos cometidas durante el conflicto contra los rebeldes de Sendero Luminoso entre 1980-2000.
Según la CVR, al menos 123 campesinos, entre ellos mujeres y niños, fueron acribillados por miembros de las fuerzas armadas quienes sospechaban que los pobladores rurales colaboraban con rebeldes de Sendero Luminoso. Luego los enterraron en una fosa que con engaños hicieron cavar a los propios campesinos.
Pablo Baraybar, jefe del Equipo Peruano de Antropología Forense (EPAF), que dirigió las exhumaciones de los cuerpos en las fosas comunes de Putis el 2008, dijo a la AP que los proyectiles encontrados tenían inscritos “la sigla FAME que significa, Fábrica de Armas y Municiones del Ejército”.
Añadió que “tras realizar pruebas de ADN a las osamentas en un laboratorio del estado de Virginia, Estados Unidos, se determinó la identificación de 28 de los restos de las 92 personas halladas en la fosa de Putis”.
“Yo perdí a casi 15 familiares en la matanza”, le dijo por teléfono a la AP el jueves, Gerardo Fernández, alcalde de Putis.
“Tenemos como dos sentimientos. Por un lado estamos con dolor por los entierros, pero por otro nos sentimos alegres porque ya los estamos enterrando”, añadió.
Según los reportes finales de los antropólogos forenses, el 45% de los 92 cuerpos hallados en la exhumación corresponden a personas que tenían desde menos de un año hasta 17 años, 39 de ellas murieron con lesiones de bala en hueso y a dos de las 92 les dispararon y acuchillaron.
Edmundo Cruz, periodista de investigación que reveló el horror de la masacre en un reportaje el 2001, le dijo a la AP que la muerte de los niños “solo tenía una explicación muy frecuente en la ideología de los militares de esa época”.
“Esa ideología era que estos niños más tarde serían iguales a sus hermanos y padres a quienes los militares consideraban terroristas”, explicó.
Hasta la fecha no ha sido formalizada ninguna denuncia penal contra ningún miembro de las fuerzas armadas en relación con los hechos.
La defensora del Pueblo, Beatriz Merino, sostuvo la tarde del viernes en un comunicado oficial que “es inadmisible que no se haya sancionado a una sola persona por estos crímenes”.
FUENTE:http://www.elcomercio.com.pe/noticia/334949/victimas-matanza-putis-son-enterradas-25-anos-despues-sus-familiares