La Organización Nacional Indígena de Colombia (Onic) aseguró que entre las víctimas se encuentran dos mujeres que tenían avanzado estado de embarazo. Con el nuevo hallazgo se incrementó a siete el número de cadáveres encontrados.
La "minga humanitaria", como los indígenas llaman a la jornada, se inició hace una semana y busca además de los restos de los nativos, el paradero de otros 16 awá que se encuentran desaparecidos.
La búsqueda se realiza en una zona rural del caserío El Bravo (Barbacoas) y según la Onic los nativos han recibido información de que algunos cuerpos de las víctimas fueron arrojados al río Bravo.
"Este domingo ingresó a la zona la comisión técnica forense de la Procuraduría General de la Nación, acompañada por algunos miembros de la guardia indígena para realizar las diligencias de reconocimiento y levantamiento de los cadáveres, hoy en coordinación con las autoridades se llevará a cabo esta misión", indicó la Onic.
Los indígenas que participan en el rastreo de la zona aseguraron que continuarán realizando la caminata "firmes, sin desfallecer a la lucha y con mucha esperanza en el acto humanitario que busca la verdad de lo sucedido y propender porque actos como este no queden en la impunidad".
De igual forma exigieron al Ejercito y a los actores armados legales e ilegales, que están presentes en la región, a abstenerse "de realizar cualquier acción que ponga en riesgo la vida e integridad de las personas que conforman la 'minga humanitaria' o que perturbe su desarrollo".
"Como población civil que somos, autónomos frente al conflicto y frente a los actores armados, exigimos se nos respete esta condición y no haya agresión contra la minga ni contra ninguna de las personas que la conforman", manifestaron.
Los ocho indígenas fueron asesinados en la primera semana de febrero por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), que pocos días después de la masacre la reconocieron como tal y tildaron a los nativos de ser informantes del Ejército.
El homicidio de los awá generó un desplazamiento de cerca de 1.300 indígenas de esa comunidad y fue condenado por la Organización de Naciones Unidas, que pidió a las Farc devolver los cadáveres.
Fuente: http://www.latercera.com/