¿Quién soy? ¿Quién administra el blog LIBREPENSADOR?
Nací en Lima-Perú , tengo más de 45 años. Soy desde hace más de 20 años profesor de educación primaria...
" "Desde mi adolescencia ( desde los 14 años) estoy vinculado a la política (fui amigo, simpatizante, colaborador, activista y militante de izquierda) , transité por algunos de los partidos de izquierda más importantes de fines de los 70s y los 80s buscando el partido perfecto, nunca lo hallé, eso si encontré muchos compañeros honestos y también otros deshonestos, tardé mucho en darme cuenta que la gente buena no estaba sólo en la izquierda y la mala en la derecha. La gente buena la podemos encontrar (ahora lo sé) ya en la izquierda , ya en la derecha.
Durante varios años el sectarismo, fanatismo y dogmatismo ideológico fueron mis mas cercanas compañeras. En mi búsqueda personal del partido correcto, la "ideologia correcta" , "la concepción científica del mundo"...pasé por alto, no quise ver, no cuestioné lo que la realidad mundial y nacional me mostraba, preferí escuchar religiosamente la palabra sagrada e inéquivoca de mis responsables políticos, la "línea justa y correcta" de mis líderes. Los acontecimientos históricos ocurridos en Rusia de los 50s, Hungría del 56, Checoslovaquia del 68, China en los 60s, Polonia en los 70s, Kampuchea Democrática (Camboya) a fines de los 70s, Afganistan en los 80s, Rumania de los 80s, etc... eran falseados y trastocados (ahora lo sé) totalmente a conveniencia de nuestro proyecto político.
Justifiqué convencido de que todo lo negativo que se decía en el mundo acerca de Stalin, Mao, Chaucheski, Pol Pot o Fidel Castro eran "patrañas del imperialismo", invenciones de los "mercenarios de la CIA", infamias de "traidores y renegados vendidos al enemigo de clase" .Y cuando tenía frente a mi hechos históricos de crueldad innegable cometida por los comunistas me repetía a mi mismo (para convencerme quizás) que los que estaban en prisiones comunistas y sufrían torturas, ejecuciones y persecución se lo tenían bien merecido por ser criminales, reaccionarios, fascistas, contrarrevolucionarios que impedían el avance y la construccion del comunismo, que la justicia revolucionaria debía ser implacable con todos aquellos que se opusieran al avance incontenible del comunismo en el mundo.
Es el costo social (me decía a mí mismo y a los demás), el daño colateral, la revolución no se hace con flores, culpables e inocentes morirían en la lucha inevitablemente, toda revolución siempre había cometido excesos. Los traidores, revisionistas, troskistas, reformistas, etc. sufrían ejecuciones, cárcel y persecución en los países comunistas porque era la única manera de salvar y mantener la pureza ideológica del comunismo e impedir la restauración del capitalismo. Era pues justo y necesario, era el costo, porque el fin de nuestro proyecto político lo justicaba.
Acepté y justifiqué engañado los errores, excesos, abusos, crímenes y genocidio que cometían los comunistas en todo el mundo, crímenes cometidos por quienes se decían ser revolucionarios, portadores de una moral superior, creadores de un hombre nuevo sin las taras de la reacccionaria sociedad capitalista.
Todo era justificable si ayudaba a avanzar al comunismo y la revolución en el mundo, ideas como libertad, vida, derechos humanos, paz, democracia, tenían un "sello de clase", eran conceptos de la ideología burguesa que debían ser aprovechados y utilizados cuando favorecían a mi estrategia revolucionaria, cuando contribuían a la "lucha por la toma del poder", pero debían ser totalmente rechazados y atacados cuando cuestionaban mi accionar político o criticaban la forma como se construía el comunismo en el mundo.
Después de largos 15 años de estar vinculado a las ideas comunistas y teniendo ya casi 30 años de edad , allá por 1989 cuando caía el Muro de Berlín, inicié casi sin darme cuenta un proceso de reflexión y análisis de mis convicciones y mi activismo político, proceso que no fue corto ni fácil, pero después del cual finalmente terminé liberándome de las ataduras ideológicas de la cual estuve prisionero durante largo tiempo y las cuales me mantuvieron en una estrecha y dogmática visión del mundo.
Hoy estando por cumplir 50 años de edad, creo haber madurado y evolucionado en mis convicciones, sigo creyendo en la justicia social, la libertad, la solidaridad, valores que abrace tempranamente y siendo aún adolescente, pero con la diferencia que desde hace 20 años he abrazado nuevos valores que eran ajenos a mi vida, hoy creo también en los derechos humanos , la paz, la vida, la democracia, la tolerancia y el respeto al medio ambiente.
" "Desde mi adolescencia ( desde los 14 años) estoy vinculado a la política (fui amigo, simpatizante, colaborador, activista y militante de izquierda) , transité por algunos de los partidos de izquierda más importantes de fines de los 70s y los 80s buscando el partido perfecto, nunca lo hallé, eso si encontré muchos compañeros honestos y también otros deshonestos, tardé mucho en darme cuenta que la gente buena no estaba sólo en la izquierda y la mala en la derecha. La gente buena la podemos encontrar (ahora lo sé) ya en la izquierda , ya en la derecha.
Durante varios años el sectarismo, fanatismo y dogmatismo ideológico fueron mis mas cercanas compañeras. En mi búsqueda personal del partido correcto, la "ideologia correcta" , "la concepción científica del mundo"...pasé por alto, no quise ver, no cuestioné lo que la realidad mundial y nacional me mostraba, preferí escuchar religiosamente la palabra sagrada e inéquivoca de mis responsables políticos, la "línea justa y correcta" de mis líderes. Los acontecimientos históricos ocurridos en Rusia de los 50s, Hungría del 56, Checoslovaquia del 68, China en los 60s, Polonia en los 70s, Kampuchea Democrática (Camboya) a fines de los 70s, Afganistan en los 80s, Rumania de los 80s, etc... eran falseados y trastocados (ahora lo sé) totalmente a conveniencia de nuestro proyecto político.
Justifiqué convencido de que todo lo negativo que se decía en el mundo acerca de Stalin, Mao, Chaucheski, Pol Pot o Fidel Castro eran "patrañas del imperialismo", invenciones de los "mercenarios de la CIA", infamias de "traidores y renegados vendidos al enemigo de clase" .Y cuando tenía frente a mi hechos históricos de crueldad innegable cometida por los comunistas me repetía a mi mismo (para convencerme quizás) que los que estaban en prisiones comunistas y sufrían torturas, ejecuciones y persecución se lo tenían bien merecido por ser criminales, reaccionarios, fascistas, contrarrevolucionarios que impedían el avance y la construccion del comunismo, que la justicia revolucionaria debía ser implacable con todos aquellos que se opusieran al avance incontenible del comunismo en el mundo.
Es el costo social (me decía a mí mismo y a los demás), el daño colateral, la revolución no se hace con flores, culpables e inocentes morirían en la lucha inevitablemente, toda revolución siempre había cometido excesos. Los traidores, revisionistas, troskistas, reformistas, etc. sufrían ejecuciones, cárcel y persecución en los países comunistas porque era la única manera de salvar y mantener la pureza ideológica del comunismo e impedir la restauración del capitalismo. Era pues justo y necesario, era el costo, porque el fin de nuestro proyecto político lo justicaba.
Acepté y justifiqué engañado los errores, excesos, abusos, crímenes y genocidio que cometían los comunistas en todo el mundo, crímenes cometidos por quienes se decían ser revolucionarios, portadores de una moral superior, creadores de un hombre nuevo sin las taras de la reacccionaria sociedad capitalista.
Todo era justificable si ayudaba a avanzar al comunismo y la revolución en el mundo, ideas como libertad, vida, derechos humanos, paz, democracia, tenían un "sello de clase", eran conceptos de la ideología burguesa que debían ser aprovechados y utilizados cuando favorecían a mi estrategia revolucionaria, cuando contribuían a la "lucha por la toma del poder", pero debían ser totalmente rechazados y atacados cuando cuestionaban mi accionar político o criticaban la forma como se construía el comunismo en el mundo.
Después de largos 15 años de estar vinculado a las ideas comunistas y teniendo ya casi 30 años de edad , allá por 1989 cuando caía el Muro de Berlín, inicié casi sin darme cuenta un proceso de reflexión y análisis de mis convicciones y mi activismo político, proceso que no fue corto ni fácil, pero después del cual finalmente terminé liberándome de las ataduras ideológicas de la cual estuve prisionero durante largo tiempo y las cuales me mantuvieron en una estrecha y dogmática visión del mundo.
Hoy estando por cumplir 50 años de edad, creo haber madurado y evolucionado en mis convicciones, sigo creyendo en la justicia social, la libertad, la solidaridad, valores que abrace tempranamente y siendo aún adolescente, pero con la diferencia que desde hace 20 años he abrazado nuevos valores que eran ajenos a mi vida, hoy creo también en los derechos humanos , la paz, la vida, la democracia, la tolerancia y el respeto al medio ambiente.
Muy a pesar de mis antiguos compañeros no me he vuelto un reaccionario derechista, me considero un hombre de ideas progresistas, un hombre de izquierda democrática. Recuerdo con mucho respeto y admiración a Alfonso Barrantes Lingán, Maria Elena Moyano y a Gustavo Mohome Llona hoy casi olvidados por la izquierda comunista, acusados injustamente de haber sido "traidores", "reformistas", "revisionistas" "burgueses" "pequeñoburgueses" "provocadores" "apristas infiltrados", etc. cuando su único pecado fue acercarse al pueblo y mostrarles un nuevo perfil del líder de izquierda, más humano, amplio, tolerante, democrático...sin los viejos rasgos de intolerancia, sectarismo, hegemonismo, dogmatismo y autoritarismo que han sido consustanciales y característicos de nuestra tradicional izquierda comunista.
Sigo siendo un idealista, un romántico, un iluso si se quiere, de los que todavía creen que es posible construir un mundo mejor, justo, libre, solidario y limpio sin necesidad de recurrir a la violencia, la muerte, al odio y el resentimiento.
Un mundo donde tengan cabida todos los hombres y mujeres sin importar cual sea su extracción social, cultura, raza, creencias religiosas, ideologías, orientación sexual.... Un mundo donde no exista exclusión ni discriminación alguna, un mundo como el que soñaron Ghandi, Marthin Luther King, Teresa de Calcuta, Monseñor Romero... Hombres y mujeres que prefirieron morir antes que matar, sufrir antes que hacer sufrir, amar antes que odiar."
Este texto lo encontré navegando en la red hace algúnos años, en uno de los tantos blogs que allí existen, me tomé la libertad de copiarlo y colocarlo en esta parte del blog (¿Quiénes somos?) ya que refleja casi a la perfección lo que ha sido mi vida política y hasta pareciera que quien lo escribió al hacerlo estaba pensando en mí o se refería a mí.
Sigo siendo un idealista, un romántico, un iluso si se quiere, de los que todavía creen que es posible construir un mundo mejor, justo, libre, solidario y limpio sin necesidad de recurrir a la violencia, la muerte, al odio y el resentimiento.
Un mundo donde tengan cabida todos los hombres y mujeres sin importar cual sea su extracción social, cultura, raza, creencias religiosas, ideologías, orientación sexual.... Un mundo donde no exista exclusión ni discriminación alguna, un mundo como el que soñaron Ghandi, Marthin Luther King, Teresa de Calcuta, Monseñor Romero... Hombres y mujeres que prefirieron morir antes que matar, sufrir antes que hacer sufrir, amar antes que odiar."
Este texto lo encontré navegando en la red hace algúnos años, en uno de los tantos blogs que allí existen, me tomé la libertad de copiarlo y colocarlo en esta parte del blog (¿Quiénes somos?) ya que refleja casi a la perfección lo que ha sido mi vida política y hasta pareciera que quien lo escribió al hacerlo estaba pensando en mí o se refería a mí.
Creo en la democracia, los derechos humanos, la justicia social. Soy enemigo de todo clasismo, racismo y totalitarismo. Soy contrario a todo tipo de dictadura sea de izquierda o de derecha. Creemos en el valor de la vida, en el valor de la persona humana, el cual no puede ser instrumento o medio para conseguir fines u objetivos políticos por mas buena intención que estas tengan.
El fin no justifica los medios,
los medios justifican el fin.
Los artículos que hemos¨colgado¨ en este blog en su mayoría no han sido escritos por nosotros,los hemos tomado de la red, de sitios que difunden noticias acerca de los derechos humanos .