Al menos 43 personas, entre ellas diez niños y cuatro mujeres, murieron hoy en diversos puntos de Siria en ataques de las fuerzas leales al régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, que fueron especialmente intensos en la ciudad central de Homs, informó a Efe una activista opositora.
Un miembro de los Comités de Coordinación Local (CCL), que pidió el anonimato, indicó que once adultos y diez niños perecieron en el barrio de Karm al Zaitun de Homs, donde las fuerzas de seguridad bombardearon e incendiaron algunas viviendas forzando la huida de un gran número de residentes.
Los menores, miembros de dos familias, murieron en el incendio de sus hogares, que causó numerosos heridos, en un ataque en el que participó también el ejército y provocó la destrucción de varias viviendas.
Otro de los barrios de Homs más afectados por las acciones represoras de las fuerzas leales al régimen sirio fue el de Rifai, donde murieron al menos cuatro civiles.
La ofensiva contra Homs, uno de los principales bastiones opositores, causó un total de 30 muertos, entre los que figuran varios soldados desertores.
El resto de víctimas mortales se registraron en la provincia oriental de Rif Damasco (cuatro), en la noroccidental de Idleb (tres), en la central de Hama (tres), en la meridional de Deraa (dos) y en Damasco (uno).
En la población de Kanaker, en Rif Damasco, estallaron violentos choques tras la deserción de un importante número de soldados de la brigada 121, según los CCL.
Las fuerzas de seguridad y los "shabiha" (matones del régimen) lanzaron, además, una amplia campaña de arrestos e irrumpieron en varias viviendas en la localidad de Asal de esa misma provincia.
Esta nueva jornada de violencia coincide con multitudinarias manifestaciones en varias ciudades de Siria en apoyo al régimen y en rechazo a la hoja de ruta de la Liga Árabe, que estipula la renuncia del presidente sirio.
Además, la Liga Árabe anunció hoy que una delegación del organismo, encabezada por su secretario general, Nabil al Arabi, viajará a Nueva York el próximo sábado para reunirse con los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU y conseguir su apoyo al citado plan.
Desde que comenzaron las protestas contra el régimen de Al Asad, más de 5.000 personas han muerto por la represión gubernamental, según las últimas cifras de la ONU, aunque los opositores elevan la cifra a más de 6.000.
