Centro IDEAS.- El 31 de
marzo, hace 20 años, nuestro compañero Zacarías Magallanes-Zaca
fue asesinado por un comando
de Sendero Luminoso cuando se dirigía de su casa en Vitarte a la sede del
Centro IDEAS en Lima. Apenas tenía 35 años.
No fue una muerte anunciada
directamente. Estábamos ya preocupados por las amenazas contra ONGs
provenientes del medio senderista El Diario y por el incremento de la actividad
senderista en nuestro ámbito de trabajo y por síntomas de hostilidad creciente
de parte de algunos dirigentes y activistas que sospechábamos vinculados a
Sendero. Pero el golpe que temíamos lo pensábamos dirigido más bien contra
otros integrantes del Centro IDEAS en Lima o de Piura y Cajamarca; y él estaba
más preocupado por su familia que por sí mismo.
La valoración de la
importancia, y especialmente de la visibilidad del trabajo de Zaca en el
distrito de Ate-Vitarte, llevó a algún centro de decisión terrorista a
escogerlo como víctima-símbolo de la dirigencia popular adversa a su proyecto,
y a la vez de Centro IDEAS por su vinculación con la organización social del
distrito.
En efecto, ya desde antes de
su relación con Centro IDEAS Zaca había sido uno de esos jóvenes militantes
populares con aspiraciones de cambio solidario, ligado a experiencias
culturales, sindicales y políticas de izquierda en Vitarte, lo que lo llevó a
participar en Izquierda Unida hasta mediados de los ochenta. Junto con su
esposa, Libia Iberico, intensifica en los últimos años su aporte a la labor de
la comunidad cristiana aglutinada y orientada por la Parroquia de Vitarte.
Huérfano de padre desde los doce años fue aporte al sostén económico y, de
alguna manera, padre, para sus once hermanos y luego también para sus propios
hijos en el hogar con Libia.
Zaca comienza su trabajo con
Centro IDEAS en 1979 y 1980 como promotor de un primer pequeño proyecto de la
institución en la Asociación de Vivienda Los Ángeles, para la instalación de una
biblioteca popular y de una posta médica. Entre 1981 y 1983, en el marco del
Área Urbana, participa en la elaboración del diagnóstico de condiciones de
hábitat y de las organizaciones poblacionales de Ate-Vitarte, en la formación
de la Coordinadora Distrital de Organizaciones de Vivienda, posteriormente
convertida en Federación, y en el impulso al Primer y al Segundo Cabildo
Municipal concebido como contribución a la democratización de la gestión edil
en base a la participación de la organización social.
Entre 1983 y 1985 es
responsable del Centro de Información de Centro IDEAS en Ate-Vitarte, de enlace
con las organizaciones y de promoción de actividades cívico-culturales, y
asesora al Municipio en su labor de apoyo a Comedores Populares.
Desde 1986 asesora a la
organización de salud de la zona A de Huaycán y apoya a la organización de las
asistentas sociales, en el marco de un proyecto de Servicios Integrados. A
partir de 1988 es asesor de la Asociación de Pequeños Industriales de
Ate-Vitarte (APIAV) en aspectos técnicos de organización empresarial,
financiamiento y comercialización, trabajo que le permite aplicar su profesión
de Administrador que logra con estudios nocturnos en la Universidad de La
Cantuta. A la vez tiene el encargo de administrador de obra en la construcción
del Colegio Secundario Manuel González Prada en Huaycán, que recibe apoyo para
su construcción de parte del Centro IDEAS.
Por iniciativa personal,
Zaca participa en la Federación de Organizaciones de Vivienda de Ate-Vitarte en
calidad de representante de su barrio, Asociación de Vivienda de Servidores de
las Fuerzas Policiales. Su vinculación con Huaycán se expresa también en el
impulso a la organización de vivienda Andrés Avelino Cáceres, una de las
precursoras de la actual Comunidad Urbana Autogestionaria de Huaycán, en la
habilitación -junto con sus hermanos- de un lote en ese asentamiento humano y
en la participación como poblador en la organización vecinal de base. Entre
1984 y 1985 participa como socio fundador y con reportajes en el periódico del
Cono Este "El Mensajero".
La vida de nuestro compañero
en la última década está así visiblemente vinculada a la agenda de trabajo de
Centro IDEAS en el distrito. El estilo discreto de Zaca, en cierto sentido de
perfil bajo, podía engañar a otros pero no a Sendero acerca de la importancia
de su trabajo.
La membrecía de Zaca en la
asociación civil Centro IDEAS así como su ascenso de promotor no profesional a
directivo, como subresponsable del Programa Urbano desde 1990 y
-simultáneamente- como jefe del equipo de gestión empresarial desde 1991, es a
la vez evidencia de su capacidad y méritos y de su valoración de parte de la
institución, valoración que abarca tanto lo laboral como su calidad humana.
¡Cuánto había vivido y aportado a sus escasos 35 años!
Su asesinato genera miedo,
pero también estimula continuar en el combate por la paz. Combate, porque para
lograr la paz hay que derrotar a las fuerzas de la guerra.
El año 92 Julio Chávez
expresó el sentir de muchos al escribir: "Con profundo dolor tenemos que
aceptar que nuestro amigo Zacarías está muerto. Pero, aunque parezca duro
admitirlo, debemos decir que en nuestra opinión el mensaje de los asesinos no
está dirigido a los muertos sino a los que quedan vivos." Y "el
compañero Zacarías fue el blanco del ataque, pero el objetivo del mismo es
atemorizar y someter a los que simpatizan con labores como las que hacía
Zacarías y tienen esperanza de un cambio con democracia y respeto a la vida. A
Zacarías no lo asesinan para 'hacer justicia', sino para eliminar ejemplos
personales que hacen ver que con medios pacíficos y sacrificados se puede hacer
desarrollo."
Han pasado 20 años, hemos
derrotado al terrorismo, el sacrificio de Zaca y de muchos otros luchadores y
luchadoras sociales, contribuyó decisivamente a lograr la paz. En estos años
hemos continuado con el tipo de trabajo que Zaca simboliza. Sentimos nuestro
deber institucional, personal, humano y cívico, de persistir en nuestra apuesta
por un desarrollo democrático y de seguir aportando un grano de arena por la
pacificación, gobernabilidad y
desarrollo sostenible de nuestra patria. Esperamos el país no vuelva a vivir
nunca mas una situación semejante.
Querido Zaca, tus compañeras
y compañeros del Centro IDEAS te recordamos, te extrañamos y te necesitamos;
buscamos cada día seguir tu ejemplo de compromiso con nuestro pueblo y con
nuestro país. Gracias por todo lo que nos enseñaste y por lo que nos enseñas
cada año que pasa.
Como dijo el padre Humberto
Boulangé, párroco de Vitarte, en una homilía: "Zacarías, amigo, compañero
de trabajo, esposo, papá, hijo, vecino, es también profeta de paz". Su
legado es para nosotros un compromiso.
Centro IDEAS, 31.03.2012