Para Cotler, urge promover lectura y discusión del Informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación CVR (Perú)
Domingo, 26 de agosto de 2012 | 4:30 am
Figura. Cotler destacó en evento de Amnistía Internacional.
A 9 años. Intelectual reclamó también por incapacidad ante los conflictos sociales.
Juan Alvarez/
La atención con la que Julio Cotler se hace escuchar es admirable, y absolutamente justificada. Tiene la palabra precisa, expresa el concepto claro; virtudes cruciales cuando se trata de reflexionar acerca de la sociedad peruana post Informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación.
"Ciudadanos solo existen en un estado de derecho, y con derechos humanos", afirma el sociólogo en el auditorio del museo de Pueblo Libre, y así sintetiza su reclamo por lo que ha tenido que ver en estos nueve años que han pasado tras la publicación del documento: diferentes situaciones en las que, desde todas las posturas políticas, se desprecia a las personas y a sus aspiraciones.
"Y como en el Perú no existe un núcleo democrático fuerte, los problemas son los mismos todos los días –advierte–. ¿Acaso afrontamos democráticamente los conflictos sociales? No, no lo hacemos. Preferimos agudizar las contradicciones. Ese es un problema de responsabilidad política".
¿Cuánto ha tenido que ver con ello el modo como se ha combatido durante estos años el trabajo de la Comisión de la Verdad? Según Cotler, más de lo que se supone.
"Ese informe es uno de los textos fundamentales del estudio político-social, que se debe seguir procesando y discutiendo. No digo que sea un catecismo ni hago de sus interpretaciones un dogma, pero para eso está el debate", indica.
Es más, en su opinión debería verse cómo promover el documento en los centros de enseñanza, que los maestros lean y lo compartan con sus alumnos. Tal vez de ese modo, apunta, disminuiría la ignorancia y el olvido, que en muchos casos suelen ser lo mismo, como ahora que la 'admiración' por Sendero Luminoso y por el Grupo Colina que se cobijó en el fujimorismo reaparezcan con fachadas nuevas pero con la misma insania.
"¡Me revienta el hígado que se pida la libertad de Abimael Guzmán!", reclama Cotler y el auditorio enmudece, pero luego asiente cuando el sociólogo emite otra conclusión contundente: "Los derechos humanos solo pueden respetarse en un estado de derecho".
Como todos los asistentes, Cotler se pregunta por qué no hay interés por difundir las conclusiones del informe de la CVR; y luego de escuchar las desventuras de Fernando Carvallo, director del Lugar de la Memoria, y de Susana Cori, secretaria técnica del Consejo de Reparaciones, dice sentir que se aproxima a la respuesta.
"Es gráfico para comprender la situación el enterarse de que el Lugar de la Memoria solo puede construirse con dinero del extranjero, y el saber que 9 años después parece imposible cumplir con una Ley de Reparaciones que debería reconfortar a las víctimas", dice.
Cuestión de voluntad política, dicen, pero también de real interés por la reconciliación que llega solo con la verdad.
De museos y reparaciones...
Fernando Carvallo, director del Lugar de la Memoria, Tolerancia e Inclusión Social, advirtió que la resistencia de un sector de la población contra la CVR es porque sus conclusiones mostraron la separación entre el Perú oficial y el Perú real; y algo de ello también afecta al proyecto que dirige, pero que pese a ello sale adelante.
Susana Cori, del Consejo de Reparaciones creado como respuesta a una de las conclusiones del Informe, coincidió en el diagnóstico y lamentó que los gobiernos no hayan dado continuidad al esfuerzo por reivindicar a las víctimas. De las 149.313 personas inscritas, se tiene como beneficiarios económicos a solo 30. 756 víctimas y 76.789 familiares.
El Informe final de la CVR se entregó al Estado peruano el 28 de agosto del 2003.
