29/11/1947: Partición de Palestina en dos estados. Israel acepta, palestinos no. 14/5/1948: Egipto ocupa Gaza hasta que en 1967 la ocupa Israel en la Guerra de los 6 días. 12/9/2005: Israel se retira unilateralmente de Gaza. 25/1/2006: Elecciones en Gaza; eligen a Hamas (financiado por Irán), que figura en la lista de grupos terroristas de EE.UU. y la Unión Europea. Hamas declara su objetivo de destruir a Israel. Constantemente lanza misiles contra objetivos civiles israelíes. 2008: 3,000 misiles, de ellos 200 desde el 19/12/2008, rompiendo la tregua del 19/6/2008 mediada por Egipto. Pánico en poblaciones israelíes por alarmas diarias, daños al patrimonio, muertos y heridos. Israel advierte a Hamas. 27 de diciembre: Israel ataca para disuadir, frenar los ataques actuales y prevenir los futuros, destruyendo la infraestructura misilística de Hamas, ubicada siempre cerca de colegios, mezquitas y edificios multifamiliares. Para los medios de comunicación resulta más espectacular ocuparse y condenar un bombardeo aéreo que produce 300 muertos en cuatro días, que los ataques diarios con misiles que producen un solo dígito de víctimas por vez.
Las explicaciones históricas se enredan entre el huevo y la gallina. ¿Quién empezó? La fotografía del momento muestra lo políticamente correcto: estereotipar negativamente a Israel. Así como es políticamente correcto cerrar los ojos ante las violaciones de los derechos humanos en China y las monarquías totalitarias islámicas, para no afectar los grandes negocios internacionales, los mismos factores llevan a cerrar los ojos ante los ataques terroristas (palabras que intencionalmente omiten) del Hamas o Hizbolah, y en cambio acusar a Israel de un uso desproporcionado de la violencia.
Si queremos mirar serenamente el futuro, debemos reconocer que una paz acordada bilateralmente entre Israel y Palestina es imposible. Ésta sólo podrá lograrse con un acuerdo regional, que incluya a EE.UU. Europa, Rusia, China, la Liga Árabe e Irán. Mientras estos actores no hagan lo suyo, Irán seguirá incendiando las fronteras israelíes a través de Hamas y Hizbolah para ganar tiempo hasta convertirse en potencia nuclear. Luego, el mundo entero -no sólo Israel- tendrá que negociar con Irán desde una posición de temor a una guerra nuclear.
León Trahtemberg
2 de Enero de 2009
Las explicaciones históricas se enredan entre el huevo y la gallina. ¿Quién empezó? La fotografía del momento muestra lo políticamente correcto: estereotipar negativamente a Israel. Así como es políticamente correcto cerrar los ojos ante las violaciones de los derechos humanos en China y las monarquías totalitarias islámicas, para no afectar los grandes negocios internacionales, los mismos factores llevan a cerrar los ojos ante los ataques terroristas (palabras que intencionalmente omiten) del Hamas o Hizbolah, y en cambio acusar a Israel de un uso desproporcionado de la violencia.
Si queremos mirar serenamente el futuro, debemos reconocer que una paz acordada bilateralmente entre Israel y Palestina es imposible. Ésta sólo podrá lograrse con un acuerdo regional, que incluya a EE.UU. Europa, Rusia, China, la Liga Árabe e Irán. Mientras estos actores no hagan lo suyo, Irán seguirá incendiando las fronteras israelíes a través de Hamas y Hizbolah para ganar tiempo hasta convertirse en potencia nuclear. Luego, el mundo entero -no sólo Israel- tendrá que negociar con Irán desde una posición de temor a una guerra nuclear.
León Trahtemberg
2 de Enero de 2009
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