Herta Müller, tras recibir el premio Nobel de Literaura.
La escritora alemana Herta Müller es originaria de Rumania y perteneciente a la minoría germanohablante de ese país, donde vivió hasta los 34 años y donde sufrió la censura del régimen comunista. Se basó en esa experiencia para contar en varios de sus libros la vida cotidiana en una "dictadura petrificada", en palabras de la Academia Sueca.
Autora de novelas, cuentos, ensayos y poesía, la escritora, de 56 años de edad, goza de gran notoriedad entre los escritores de lengua alemana y la élite intelectual de su país natal. La calidad de su escritura y la audacia de sus metáforas le valieron antes varios premios literarios, entre ellos el Kleist, uno de los mayores galardones alemanes, en 1994, y el Premio Würth de literatura europea en 2006.
"En el pueblo en el que crecí no había rumanos. Aprendí el rumano en el colegio, como si fuera una lengua extranjera", explica la escritora. Nacida el 17 de agosto de 1953 en Nitchidorf, cerca de Timisoara, en una región de tradición germanohablante, Banat, Herta Müller es nieta de un agricultor y comerciante acomodado que perdió sus propiedades con el comunismo. Su madre fue deportada a un campo de trabajo de la Unión Soviética después de la Segunda Guerra Mundial.
Su padre fue miembro de las Waffen SS (cuerpo militar de las SS) durante la guerra.
ReaccionesLos medios de comunicación rumanos celebraron hoy el Premio Nobel de Literatura de Herta Müller. "El Nobel para una escritora de origen rumano", escribe en su versión digital el diario 'Evenimentul Zilei', que destaca que se trata del "primer escritor con raíces rumanas" en conseguir el premio de la Academia sueca.
ReaccionesLos medios de comunicación rumanos celebraron hoy el Premio Nobel de Literatura de Herta Müller. "El Nobel para una escritora de origen rumano", escribe en su versión digital el diario 'Evenimentul Zilei', que destaca que se trata del "primer escritor con raíces rumanas" en conseguir el premio de la Academia sueca.
Otro de los grandes periódicos del país, 'Adevarul', se refiere a Müller como "la escritora del Bánato", en referencia a la región de Rumanía en la que se encuentra Timisoara, al este del país, la ciudad de origen de la escritora. Según esta misma cabecera, Nitchidorf, municipio cercano a Timisoara donde Müller vino al mundo, acordó otorgarle el título de "ciudadana de honor", sólo unos pocos minutos después de conocerse el fallo de la Academia. "Estamos orgullosos de que una persona que ha vivido a nuestro lado haya ganado el premio Nobel de Literatura", declaró el alcalde del municipio, Ioan Mascovescu.
Entre 1973 y 1976, estudió alemán y literatura rumana en la Universidad de Timisoara. Al terminar los estudios formó parte de una asociación de escritores germanohablantes disidentes, el 'Aktionsgruppe Banat' (grupo de acción de Banat) y trabajó como traductora en una fábrica. En 1979 perdió su puesto de traductora por haberse negado a colaborar con la Securitate, la policía política del régimen comunista, que posteriormente no dejó de acosarla. Al perder el puesto en la fábrica trabajó dando clases privadas de alemán y se consagró a la literatura. En 1987 se exilió en Alemania del Oeste y actualmente reside en Berlín.
Poco conocida del gran público hasta principios de 2000, Herta Müller fue descubierta por la crítica alemana en 1984, al publicarse un libro de cuentos, 'En tierras bajas', que había logrado hacer salir clandestinamente de Rumania. Entre sus obras destacan 'El hombre es un gran faisán en el mundo' y 'La piel del zorro', en las que describe la vida cotidiana en un Estado totalitario; 'La bestia del corazón', que pinta el mundo de los disidentes rumanos.
En 'La convocatoria' muestra la angustia de una mujer convocada por la policía política de Ceaucescu. Su última novela, 'Atemschaukel', que evoca el exilio de los alemanes de Rumania hacia la URSS en 1945, fue ensalzada por la crítica alemana al ser publicada en agosto pasado. A Herta Müller le gusta recortar palabras en los periódicos y revistas. Las clasifica para después utilizarlas o dejarlas envejecer en un rincón de su escritorio: ve en ellas una metáfora de la vida. Antes de Müller, el último alemán que recibió el Nobel de Literatura fue Günter Grass, galardonado en 1999. Herta Müller es la duodécima mujer coronada con este premio.
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