Los 14 activistas agredidos en El Aaiún tras una protesta prosaharaui han llegado al puerto de Las Palmas de Gran Canaria. Allí les esperaban decenas de amigos del Sáhara bajo el grito de "Sáhara libre!".
Insistieron en todo momento que había sido una manifestación pacífica y relataron de nuevo el 'suplicio' que habían vivido.
Reiteraron que aunque vestidos de paisanos, quienes les habían agredido eran agentes de la Policía marroquí.
Tras su traslado a Tenerife pasarán un exámen médico y, tras la revisión, presentarán una denuncia por los hechos ocurridos el pasado fin de semana en el Juzgado.
"Los saharauis tienen derecho a vivir"
Los activistas consideran que la represión "brutal" que han sufrido refleja la que Marruecos ejerce a diario sobre los saharauis.
Una de las integrantes del grupo, Carmen Roger, manifestó a los medios de comunicación que "todo lo que nosotros hicimos está permitido en el derecho internacional" y "Marruecos no es propietaria de aquel territorio".
Roger explicó que fue atendida en un hospital donde coincidió con mujeres y niños que, según dijo, tampoco son respetados por la Policía marroquí.
Otro de los manifestantes, Anselmo Fariñas, señaló que "éramos conscientes de los riesgos que corríamos, fuimos a meternos en la boca del lobo a acompañar a los saharauis". "Nadie está prestando atención al sufrimiento del pueblo saharaui" en "el pedregal inhumano que es Tinduf" y "no podemos permitir que el sufrimiento se prolongue más tiempo" pues el pueblo saharaui "tiene derecho a vivir en paz".
Fariñas exigió que el Gobierno español asuma su responsabilidad sobre el Sáhara Occidental, "debe hacer lo mismo que Portugal hizo con Timor Oriental", pues es responsabilidad de España permitir que "el Sáhara sea libre". Asimismo, denunció la actitud del Gobierno de Francia, que permite que Marruecos continúe con su política represiva.
Otra integrante del grupo español, Sara Mesa, dijo que "la Policía nos estaba esperando y nos cayeron encima", y hubo compañeros que fueron interrogados en la comisaría de forma "muy dura y agresiva".
Según aseguró, lo que les ha sucedido a ellos es una muestra de lo que sucede habitualmente en el Sahara occidental, pues las comisarías marroquíes son "cárceles medievales" y "centros de tortura". "Lo nuestro es una anécdota al lado de todo el sufrimiento" de los saharauis y la UE debe pronunciarse ante esta situación, "no puede seguir siendo partícipe de ella", destacó Mesa.
"Los españoles tenemos una responsabilidad histórica que tenemos que concluir", insistió Mesa.
Escoltados hasta el barco
A última hora del domingo, los activistas se trasladaron desde la Casa de España hasta el puerto de El Aaiún en dos vehículos alquilados y en un vehículo de la Depositaría de Bienes del Estado, la institución encargada de gestionar los bienes españoles situados en la antigua colonia del Sáhara Occidental.
Según uno de los activistas, Pablo Monedero, que junto con sus 13 compañeros se había trasladado a la capital administrativa del Sahara Occidental "para denunciar la violación de los derechos humanos en ese territorio y la ocupación marroquí ilegal", la llegada del grupo hasta el puerto había transcurrido sin incidentes.
En cada uno de los coches viajaba un funcionario español que conducía el vehículo. El paso del convoy a través de los controles marroquíes instalados en los 22 kilómetros que separan la Casa de España del puerto de El Aaiún ha sido facilitado por las gestiones diplomáticas españolas, según el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación.
"Cuando llegaron al puerto había un gran despliegue militar" marroquí, han indicado las fuentes de Sáhara Acciones. Exteriores ha confirmado que los 14 pudieron completar los trámites fronterizos necesarios para salir de territorio controlado por Marruecos, aunque uno de ellos lo ha hecho mediante la presentación de un salvoconducto proporcionado por el cuerpo diplomático español.
Se han pagado sus médicos
Anteriormente, en la mañana del domingo, una de las más afectadas por las agresiones de la Policía marroquí durante la protesta del sábado, Carmen Roger, ha sido atendida por un médico particular para que le recetara analgésicos.
Los propios activistas se han tenido que costear el importe de la consulta, según denuncian desde el colectivo prosaharaui.
Sin embargo, Exteriores destaca que "desde el primer momento" se les ha proporcionado asistencia consular, incluidos los servicios de un traductor para los once activistas que fueron detenidos el sábado y facilitar la toma de declaración por parte de la Policía Marroquí.
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