Libia es un polvorín. Siguiendo los pasos de Túnez y Egipto, miles de personas salieron a las calles para pedir la renuncia del presidente Muamar Kadhafi, quien lleva en el poder 41 años, y que ante el temor de sufrir la misma suerte de Zine El Abidine Ben Alí y de Hosni Mubarak, amenaza con una brutal represión.
Una muestra de ello es que ayer en el denominado "Día de la Ira", una treintena de manifestantes murieron y dos policías fueron ahorcados. Esto eleva a medio centenar los muertos desde el inicio de las protestas el pasado martes.
Este balance no tiene en cuenta a los dos policías que fueron ahorcados por manifestantes en Al Baida (este) cuando trataban de dispersar a los manifestantes, ni a los cuatro prisioneros que murieron cuando trataban de huir este viernes de una cárcel cercana a Trípoli.
Incendian radio. En la ciudad de Benghazi, la segunda ciudad del país y bastión de la oposición, los manifestantes tomaron e incendiaron anoche la sede de la emisora de la radio local, después de que se retiraran las fuerzas de seguridad que custodiaban el edificio, aseguraron a la AFP varios testigos y una fuente oficial.
En Derna, al este de Benghazi, el periódico informó que siete personas murieron el jueves durante las protestas.
Los movimientos de protesta, como el convocado el jueves tras un llamado en internet a celebrar el "Día de la Ira", fueron violentamente reprimidos, especialmente en Benghazi y Al Baida, ambas situadas en la costa, al este de Trípoli.
Los accesos y el aeropuerto de Al Baida ayer fueron acordonados por las fuerzas de seguridad, comentó a la AFP una fuente próxima al poder, bajo el anonimato.
Según esta fuente, "las fuerzas han recibido la orden de abandonar el centro de la ciudad para evitar enfrentamientos con los manifestantes e impedir nuevos muertos".
Sin embargo, según informaciones que circulaban por internet, los manifestantes habrían tomado el control de la ciudad y expulsado a las fuerzas de seguridad.
Antes estas manifestaciones, los comités revolucionarios, pilar del régimen libio, amenazaron en la página web de su periódico Azahf Al Ajdar (La Marcha Verde) con una respuesta "violenta y fulminante" a los que participen en ellas.
"El poder del pueblo, la Jamahiriya (poder de las masas), la revolución y el líder (Muamar Kadhafi) constituyen líneas rojas. El que intente sobrepasarlas o acercarse a ellas se arriesga al suicidio y juega con fuego", advirtieron.
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