BEIRUT (AP) — Siria ha entrado en estado de guerra civil, con más de 4.000 muertos y un número creciente de soldados que desertan para tomar las armas contra el régimen de Bashar Assad, dijo la principal funcionaria de derechos humanos de la ONU el jueves.
Assad ha intentado aplastar la insurrección contra su régimen autocrático, que ya lleva ocho meses, pero la violencia se intensifica.
La alta comisionada para los Derechos Humanos, Navi Pillay, dijo que la ONU estima la cifra de muertos "en 4.000, pero la información que nos llega indica que es mucho más alta".
"Apenas empezó a haber más y más desertores amenazando con tomar las armas, lo dije en agosto en el Consejo de Seguridad, habrá una guerra civil", dijo Pillay a la prensa en Ginebra. "Y así lo estoy caracterizando ahora".
Pillay emitió sus duras críticas en momentos en que el presidente Bashar Assad enfrenta cada vez más presión interna y del extranjero. Pero no ha dado indicios de flexibilizar su posición.
"Estamos colocando esa cifra en 4.000, pero realmente la información que nos está llegando es que es muy superior", dijo Pillay a periodistas en Ginebra.
Por su parte, la Unión Europea impuso nuevas sanciones el jueves a Damasco, y la oposición siria convocó a una huelga general en un incremento de los esfuerzos por convencer a los empresarios a que abandonen sus vínculos con el régimen.
Una serie de sanciones económicas implementadas por la Liga Arabe, Turquía y la UE están causando estragos en la debilitada economía de Siria, una peligrosa situación para el gobierno en Damasco. Desde hace tiempo, los empresarios sirios han canjeado libertades políticas por privilegios económicos en el país, donde las prósperas clases mercantiles son cruciales para apuntalar al régimen.
Pero las sanciones, junto con crecientes exhortaciones a huelgas, podrían debilitar su determinación.
Las nuevas sanciones de la UE están dirigidas a 12 personas y 11 compañías, y se agregan a una larga lista de otras a las que ya había sancionado. La lista completa de los nombres no será dada a conocer hasta que la UE los publique el viernes en su periódico oficial.
El bloque de 27 países también impuso algunas sanciones a Irán, aliado sirio, después de que una multitud atacó esta semana la embajada británica en Teherán.
El canciller británico William Hague acusó a Irán de respaldar la represión orquestada por Assad, y dijo que "hay un vínculo entre lo que está pasando en Irán y lo que está ocurriendo en Siria".
Mientras tanto, tropas sirias ingresaron a un poblado en la provincia central de Hama, donde mataron a seis personas, la violencia más reciente en un derramamiento de sangre casi diario en el país.
Es difícil medir el acatamiento del llamado a la huelga, anunciada por activistas en una página de la oposición en Facebook. El régimen ha impedido el ingreso de periodistas extranjeros y también ha restringido el periodismo independiente.
Los habitantes en las dos ciudades más importantes de Siria en cuestión económica —la capital Damasco, y la urbe norteña de Alepo— reportaron que los negocios operaban normalmente el jueves.
Pero en la ciudad de Homs, uno de los puntos más álgidos de la sublevación, un residente dijo a The Associated Press que la mayor parte de las tiendas habían cerrado, excepto por las que venden alimentos.
El grupo activista Comités Locales de Coordinación dijo que fuerzas de seguridad recorrieron la población de Traimseh en la provincia central de Hama. El grupo dijo que seis personas murieron, sin dar más detalles.
Otra persona fue muerta a balazos en la vecina provincia de Homs, señaló el grupo.
El Observatorio Sirio por los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, también dijo que seis personas murieron y nueve quedaron heridas en Traimseh.
El periodista Albert Aji de The Associated Press contribuyó con este despacho desde Kfarbo, Siria.
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