LIMA
Han pasado 12 años y sus ideas no han variado un ápice. El líder genocida de la organización terrorista Sendero Luminoso (SL), Abimael Guzmán, presentó ayer -a través de su abogado- un libro en el que insiste en la tesis de que en la década de los 80 no hubo terrorismo en el Perú, sino una guerra popular cuya solución pasa ahora por una "amnistía general".
El libro, titulado De puño y letra, que reúne diversos artículos de Guzmán pero compilados por su pareja, N°2 de SL, Elena Iparraguirre, plantea que el Ejecutivo lleve a cabo una "amnistía general" que incluya tanto a senderistas como a efectivos del orden "para que por fin haya reconciliación en el país".
Manuel Fajardo, abogado de Guzmán, explicó que parte de la estrategia de este último apunta a rechazar y denunciar "que el término terrorismo, que es policiaco y militar, se ha introducido ilegalmente en la Constitución para descalificar una revolución social".
Guzmán también rechaza en su libro que durante el megajuicio a SL se le haya juzgado como "organización criminal", porque -asegura- su móvil no era el dinero sino el establecimiento de una nueva democracia. El líder senderista también rechaza la autoría mediata en los crímenes de SL, pues asegura que esa tesis nunca se usó en la legislación peruana y se ha establecido sólo para atemorizar a los revolucionarios.
El abogado Fajardo comentó que Abimael sí ha hecho una autocrítica por las muertes, "como corresponde tras un hecho político, pero él no puede pedir perdón porque eso queda sólo para quienes creen en la religión".
Como se sabe, la Comisión de la Verdad le atribuye a Sendero más de la mitad de las supuestas 69 mil muertes que hubo en la época del terrorismo. Durante el evento, que se desarrolló en el Hotel Riviera del Centro de Lima, también se leyeron poemas escritos por Iparraguirre y se escucharon proclamas de ex senderistas que se autodenominaron "prisioneros de guerra".
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