En mayo de 1967 nació un héroe de cuba. Un héroe a quien 42 años más tarde, el régimen que supuestamente se impuso en el poder para proteger a los trabajadores y a los negros oprimidos, vilmente asesinó.
No hay palabras que puedan llenar el espacio para honrar al Prisionero Político y de Conciencia Orlando Zapata Tamayo. ¿Que sabemos de él? Un joven pacifico, albañil y plomero que tuvo la oportunidad de encontrar en su camino la Carta Magna de los Derechos Humanos; tuvo la claridad necesaria para entender su significado y la valentía de luchar por ella. Lo más admirable es que lo hacía de manera pacífica, como Nelson Mandela en su momento, como Gandhi, como el Reverendo Martin Luther King.
El mundo democrático en su totalidad debería estar de luto, pues la muerte de Orlando representa en cierta medida la muerte de la democracia, del civismo, de los derechos humanos. Grupos exigen que se trate con respeto la vida de terroristas, mientras estos mismos grupos optan por ignorar el desprecio que profesa el régimen en cuba por aquellos que se oponen a su dictadura de más de cincuenta años.
Este régimen fascista-comunista goza de una inmunidad sin par, tal pareciere que dignatarios del mundo libre se regocijan en su complicidad. Orlando no es el único en la resistencia pacífica dentro de cuba; aunque en mi corazón espero que sea el último que muera en esas condiciones.
El régimen dictatorial está usando sus sucias tácticas de descrédito, pero eso sólo es muestra de que no tienen argumento y esta es nuestra oportunidad de atacarlos por el flanco débil.
Como expuso en un comentario Josan Caballero; Orlando Zapata Tamayo es un astro que hoy ilumina la mayor de las Antillas y debemos aprovechar esa luz para que nos guie el camino. No permitamos que su muerte haya sido en vano.
Descansa en Paz hermano.
Niurka
FUENTE:
http://cerocircunloquios.blogspot.com/
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