Moscú.- Expertos en temas rusos aseguran que la masacre de Katyn es el problema más doloroso heredado por Rusia de la extinta Unión Soviética.
Después de que la Alemania nazi y la URSS firmaran en 1939 el pacto Mólotov-Ribbentrop, que dejó las manos libres a Adolf Hitler para atacar Polonia e iniciar la Segunda Guerra Mundial, el Ejército Rojo irrumpió en las regiones orientales polacas, indicó Efe
Los militares rusos trasladaron a unos 22.000 oficiales y civiles polacos a los campos de concentración de Kozielsk, Starobielsk y Ostashkov, conocidos genéricamente como Katyn, cerca de la ciudad rusa de Smolensk, donde fueron ejecutados de un tiro en la nuca.
Según estableció en la década pasada una investigación de la Fiscalía Militar rusa, en total el NKVD (Comisariado del Pueblo para Asuntos Internos) ejecutó a 21.857 prisioneros de guerra polacos y deportó a las estepas de Kazajistán a sus familiares.
Las ejecuciones fueron aprobadas por una decisión del Politburó del Partido Comunista ratificada de su puño y letra por el dictador soviético, Iosif Stalin, y por otros dirigentes bolcheviques.
La matanza de Katyn fue negada durante medio siglo por la URSS, que acusó de ella a las tropas nazis, que en su avance hacia el este descubrieron en 1943 las fosas comunes con los restos de los militares polacos asesinados.
Solo en 1989 el último dirigente soviético, Mijaíl Gorbachov, reconoció la responsabilidad de la URSS por aquella matanza y en 1992 el primer presidente ruso, Borís Yeltsin, entregó al entonces jefe de Estado polaco, Lech Walesa, documentos que probaban la matanza de los 22.000 militares y civiles polacos.
No obstante, en los últimos años la Justicia rusa ha rechazado una y otra vez las demandas y recursos presentados por las familias de los oficiales polacos ejecutados, que buscan su rehabilitación.
En 2004 la Fiscalía Militar rusa se escudó en la muerte de los líderes soviéticos acusados de la matanza para dar carpetazo al caso y entregó a Polonia solo 67 de los 183 tomos de la investigación, con el argumento de que el resto contenían "secretos de Estado".
Al año siguiente, la Fiscalía Militar negó que la matanza de Katyn fuera un acto de "genocidio del pueblo polaco" como sostiene el Instituto de Memoria Nacional de Polonia.
Los primeros ministros de Rusia, Vladimir Putin, y de Polonia, Donald Tusk, resaltaron la importancia de resolver los problemas de interpretación de la historia común durante la visita del primero a Polonia en septiembre de 2009.
No obstante, pocas semanas después el Parlamento polaco condenó la invasión soviética de Polonia en septiembre de 1939 y definió la matanza de Katyn como un "crimen de guerra" con "elementos de genocidio".
El tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo se dirigió en octubre de 2008 a las autoridades judiciales rusas para pedirles que atendieran las demandas de dos ciudadanos polacos por el asesinato de sus familiares en Katyn.
Medios polacos han expresado la esperanza de que Tusk reitere a Putin la necesidad de que Rusia desclasifique y entregue a Varsovia el resto de los materiales del caso, algo que el Ejecutivo ruso ha descartado tajantemente.
"Todo lo que podíamos, ya lo hemos desclasificado... No creo que podamos hallar un compromiso en este asunto", sentenció antes de la visita de Putin a Polonia el jefe adjunto de la administración del Ejecutivo ruso, Yuri Ushakov.
Fuente: http://www.eluniversal.com/2010/04/11/int_esp_la-masacre-de-katyn_11A3724531.shtml
No hay comentarios:
Publicar un comentario