El régimen iraní ha impuesto restricciones a la enseñanza de una serie de asignaturas al considerar que tienen "bases occidentales"
El régimen iraní ha impuesto restricciones a la enseñanza de una serie de asignaturas en las universidades del país, como los estudios sobre la mujer y los derechos humanos, al considerar que tienen "bases occidentales".
Según Abul Fazl Hasani, un alto cargo del ministerio de Educación, el argumento que se esgrime es que esas materias en doce universidades nacionales "no están en armonía con los principios religiosos (islámicos) y se fundamentan en escuelas de pensamiento occidentales".
Además de los estudios sobre género y derechos humanos, las materias afectadas están relacionadas con el derecho, la filosofía, la psicología, la gestión y las ciencias políticas.
En declaraciones recogidas por la radio oficial, Hasani explicó que las restricciones impiden la apertura de nuevos departamentos para esas materias y obligan a que los programas actuales sean revisados por el Gobierno durante los próximos años.
"Sus contenidos proceden de la cultura occidental. La revisión de las mismas tiene como objetivo hacerlas compatibles con las enseñanzas islámicas", insistió.
La decisión se toma apenas unos meses después de que el líder supremo de la revolución iraní, ayatolá Alí Jamenei, expresara en un discurso su temor a que ciertas materias universitarias condujeran a la duda religiosa.
Además, se produce pocas semanas después de que estallara la polémica sobre la posible nacionalización de la universidad privada "Azadi", en cuya financiación participó el ex presidente iraní Ali Akbar Hashemi Rafsanyaní.
La oposición iraní denunció el pasado año purgas de profesores y persecución de alumnos en las universidades tras las protestas contra la controvertida reelección del presidente, Mahmud Ahmadineyad, que sus rivales calificaron de fraudulenta.
Profesores y alumnos pro reformistas denuncian, asimismo, que los planes de estudios son más conservadores desde la elección del presidente en 2005.
Las universidades iraníes, en las que estudian más de cinco millones de personas, fueron uno de los primeros objetivos de la revolución islámica que en 1979 derrocó al último Sha de persia, Mohamad Reza Pahlevi, e instauró un férreo estado teocrático en el país.
Durante los dos años posteriores al alzamiento, las universidades iraníes permanecieron cerradas.
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