HACE CATORCE AÑOS JUSTO ARIZAPANA VIO COMO ENTERRABAN LOS RESTOS CALCINADOS DE LOS ESTUDIANTES Y UN PROFESOR DE LA CANTUTA EN CIENEGUILLA Y AHORA DECLARA:
"ME ARREPIENTO DE HABER DESCUBIERTO LAS FOSAS"
Frente a Palacio de Gobierno posan por primera vez juntos; Justo Arizapana el verdadero descubridor de las fosas donde fureron enterrados los restos calcinados de los estudiantes de La Cantuta en abril de 1993. Lo acompañan Guillermo Catacora, quien junto a Arizapana confeccionaron el famoso plano, el periodista Juan Jara Berrospi quien recibió una copia de dicho plano y fue detenido y encarcelado por 11 años. También posa el ex agente de inteligencia Hans Ibarra quien fue el quien fotocopió el plano y no delató a sus autores y que por ese motivo fue dado de baja al sospecharse de que hahía entregado los planos a la prensa.
Justo Arizapana Vicente- ¿En qué circunstancias Ud. presencia cuando eran enterrados los restos de los estudiantes de La Cantuta en Cieneguilla?- Fui acusado de terrorismo injustamente y en el año de 1990 salí libre, era una persona desplazada, nadie me quería dar trabajo, todos me cerraron las puertas, decidí ponerme a reciclar, cartones, plásticos y desechos metálicos, como todos los pobres que no tienen trabajo, en el relleno sanitario de Cieneguilla, en la quebrada de Chavilca. Allí vivía.
El 25 abril del ´93 por la noche pasaron raudamente dos camionetas y pensé que me estaban persiguiendo, que venían por mí. Rápidamente subí a una loma y desde arriba ví lo que hacían. Había uno que ordenaba «ya de una vez bajen la lampa, los picos y ustedes lleven las cajas de una vez, vamos»
-¿Esas voces eran tipo militar, cuál eran sus portes?
-Sí eran personas de porte militar y con voz de mando, no eran cualquier persona.
-¿Cómo es que Ud. descubre que eran restos humanos?
- Cavaron a la vuelta de la loma más o menos una hora y enterraron unas cajas. Esperé hasta la mañana siguiente al amanecer, fui despacio a ver curiosamente lo que habían enterrado y por precaución fui tirando unas piedras al lugar donde había huellas de las botas y zapatillas para ver si habían minas. Poco a poco entraba al sitio donde estaba la primera fosa. Comencé a desenterrar rápidamente, pensando que alguien me mirara o vendrían a vigilar por aquí.
Fui cavando más y más hasta que todo mi brazo ya estaba adentro y sentí que había como una caja de cartón. Introduje mis dedos y me pregunté que será esto, puede ser armas puede ser drogas u otra cosa. Para mi era como si encontrara un tesoro.
Sentí como tierrita y saqué un poco y era ceniza, rápidamente llegó a mi mente la idea de que eran los estudiantes de La Cantuta.
- ¿Por qué intuía Ud. que eran los estudiantes de la Cantuta, estaba al tanto de los que sucedía en esos meses?
- Llevaba una radio portátil y escuchaba las noticias y me interesaban mucho las noticias en caso de los derechos humanos. Porque en ese tiempo Fujimori estaba secuestrando y desapareciendo a muchas personas, periodistas, estudiantes, yo llevaba en cuenta eso y es por eso que llegó a mi mente de que eran los estudiantes de La Cantuta.
-¿Al intuir que eran restos de los estudiantes de La Cantuta, qué es lo que pensó hacer y cómo se llegó a dar a conocer al mundo este hallazgo?
-Por ese momento tomé la decisión guardar secretamente estas cosas, porque si hubiera hecho conocer a la prensa que estaba controlada por Vladimiro Montesinos me hubiera hecho pedazos como hizo con otros. Por espacio de más de un mes lo mantuve en secreto, durante ese tiempo pensé bien como hacer saber al mundo, porque en ese tiempo los militares se limpiaban de toda culpa no le encontraban ninguna prueba.
Recordemos que el congresista Róger Cáceres Velásquez, Presidente de la Comisión de Derechos Humanos del CCD que investigaba la desaparición de los nueve estudiantes y un profesor de la Universidad La Cantuta estaba ya por dar su informe final. Él, visitaba los cuarteles para ver si encontraba a los estudiantes. Los militares para limpiarse es que los estaban enterrando allá.
- ¿Con quién toma contacto para dar a conocer este hallazgo?
-Decidí buscar a mi amigo Guillermo Catacora a quién conocí en el año 1976 en Seguridad del Estado. Estábamos detenidos por causas políticas.
Le conté sobre las fosas y lo llevé a Cieneguilla. Desenterramos y sacamos un hueso y no dirigimos a su casa para hacer un plano para saber como llegar al sitio exacto de las fosas. En un sobre manila llevamos todo esto al congresista Róger Cáceres.
- ¿Lo que Ud. nos cuenta desvirtúa que Mariela Barreta -la ex agente de inteligencia que fue asesinada- fue quien filtró a la prensa la ubicación de dichas fosas?
- Mariela Barreto no tenía que ver con esto, sino nosotros. Con mi amigo Catacora decidimos entregar una copia del plano al periodista Juan Jara Berrospi que trabajaba en Radio Comas y en un periódico, con la intención de dar a conocer al mundo, porque no confiábamos en la prensa que estaba controlada por Vladimiro Montesinos.
- ¿Cómo actuó el congresista Cáceres Velásquez y como decide él a través del entonces Director de la Revista SÍ Ricardo Uceda -quien se le atribuía por muchos años parte de méritos en que se descubra las fosas- dar a concocer sobre estos crímenes?
No es cierto lo de Uceda, fuimos nosotros los que hicimos el plano, para que Róger Cáceres de conocer al mundo, porque era una autoridad en el Congreso.
-¿Dónde estuvo escondido que hasta hace poco se supo de su intervención y de la autoría del croquis. Recurrió a los organismos de derechos humanos?
-Recurrí a la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos porque era su deber, pero nunca me apoyaron. Conversé con el señor Francisco Soberón e hizo oídos sordos a mi caso. Fui dos veces y no me hicieron caso y decidí no volver jamás.
Me escondí al no sentirme protegido por ninguna autoridad y organismo de DD.HH.
-¿Los familiares de los estudiantes nunca lo buscaron para ayudarle o agradecerle de algún a manera por lo que Ud. descubrió?
- Nunca me he encontrado con los familiares de los estudiantes y tampoco me han buscado ellos tenían la obligación de saber donde estaba el que descubrió las fosas.
- Finalmente Sr. Arizapana ¿Qué le pediría a las autoridades del gobierno y a los organismos de derechos humanos?
- Durante catorce años nunca he tenido una protección con respecto a los derechos humanos, no me han tenido en cuenta, yo mismo me he cuidado. He sido una persona que estado como un nómada de un sitio a otro, he perdido mi familia. A veces me arrepiento de haber descubierto las fosas de los estudiantes por todo lo que he pasado y he perdido, arriesgando mi vida, estoy sin empleo, sin documentos. Espero que me escuchen Amnistía Internacional, la Comisión de la Verdad, la Defensoría del Pueblo, la Cruz Roja por que mi caso es delicado, sigo haciendo un llamado a la Coordinadora de los Derechos Humanos que vea nuestro caso de nuestra seguridad personal y agradecer por esta entrevista para contar la verdadera historia sobre el descubrimiento de las fosas donde estuvieron enterradas los restos calcinados de los estudiantes y un profesor de La Cantuta, gracias pueblo de Comas.
El 25 abril del ´93 por la noche pasaron raudamente dos camionetas y pensé que me estaban persiguiendo, que venían por mí. Rápidamente subí a una loma y desde arriba ví lo que hacían. Había uno que ordenaba «ya de una vez bajen la lampa, los picos y ustedes lleven las cajas de una vez, vamos»
-¿Esas voces eran tipo militar, cuál eran sus portes?
-Sí eran personas de porte militar y con voz de mando, no eran cualquier persona.
-¿Cómo es que Ud. descubre que eran restos humanos?
- Cavaron a la vuelta de la loma más o menos una hora y enterraron unas cajas. Esperé hasta la mañana siguiente al amanecer, fui despacio a ver curiosamente lo que habían enterrado y por precaución fui tirando unas piedras al lugar donde había huellas de las botas y zapatillas para ver si habían minas. Poco a poco entraba al sitio donde estaba la primera fosa. Comencé a desenterrar rápidamente, pensando que alguien me mirara o vendrían a vigilar por aquí.
Fui cavando más y más hasta que todo mi brazo ya estaba adentro y sentí que había como una caja de cartón. Introduje mis dedos y me pregunté que será esto, puede ser armas puede ser drogas u otra cosa. Para mi era como si encontrara un tesoro.
Sentí como tierrita y saqué un poco y era ceniza, rápidamente llegó a mi mente la idea de que eran los estudiantes de La Cantuta.
- ¿Por qué intuía Ud. que eran los estudiantes de la Cantuta, estaba al tanto de los que sucedía en esos meses?
- Llevaba una radio portátil y escuchaba las noticias y me interesaban mucho las noticias en caso de los derechos humanos. Porque en ese tiempo Fujimori estaba secuestrando y desapareciendo a muchas personas, periodistas, estudiantes, yo llevaba en cuenta eso y es por eso que llegó a mi mente de que eran los estudiantes de La Cantuta.
-¿Al intuir que eran restos de los estudiantes de La Cantuta, qué es lo que pensó hacer y cómo se llegó a dar a conocer al mundo este hallazgo?
-Por ese momento tomé la decisión guardar secretamente estas cosas, porque si hubiera hecho conocer a la prensa que estaba controlada por Vladimiro Montesinos me hubiera hecho pedazos como hizo con otros. Por espacio de más de un mes lo mantuve en secreto, durante ese tiempo pensé bien como hacer saber al mundo, porque en ese tiempo los militares se limpiaban de toda culpa no le encontraban ninguna prueba.
Recordemos que el congresista Róger Cáceres Velásquez, Presidente de la Comisión de Derechos Humanos del CCD que investigaba la desaparición de los nueve estudiantes y un profesor de la Universidad La Cantuta estaba ya por dar su informe final. Él, visitaba los cuarteles para ver si encontraba a los estudiantes. Los militares para limpiarse es que los estaban enterrando allá.
- ¿Con quién toma contacto para dar a conocer este hallazgo?
-Decidí buscar a mi amigo Guillermo Catacora a quién conocí en el año 1976 en Seguridad del Estado. Estábamos detenidos por causas políticas.
Le conté sobre las fosas y lo llevé a Cieneguilla. Desenterramos y sacamos un hueso y no dirigimos a su casa para hacer un plano para saber como llegar al sitio exacto de las fosas. En un sobre manila llevamos todo esto al congresista Róger Cáceres.
- ¿Lo que Ud. nos cuenta desvirtúa que Mariela Barreta -la ex agente de inteligencia que fue asesinada- fue quien filtró a la prensa la ubicación de dichas fosas?
- Mariela Barreto no tenía que ver con esto, sino nosotros. Con mi amigo Catacora decidimos entregar una copia del plano al periodista Juan Jara Berrospi que trabajaba en Radio Comas y en un periódico, con la intención de dar a conocer al mundo, porque no confiábamos en la prensa que estaba controlada por Vladimiro Montesinos.
- ¿Cómo actuó el congresista Cáceres Velásquez y como decide él a través del entonces Director de la Revista SÍ Ricardo Uceda -quien se le atribuía por muchos años parte de méritos en que se descubra las fosas- dar a concocer sobre estos crímenes?
No es cierto lo de Uceda, fuimos nosotros los que hicimos el plano, para que Róger Cáceres de conocer al mundo, porque era una autoridad en el Congreso.
-¿Dónde estuvo escondido que hasta hace poco se supo de su intervención y de la autoría del croquis. Recurrió a los organismos de derechos humanos?
-Recurrí a la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos porque era su deber, pero nunca me apoyaron. Conversé con el señor Francisco Soberón e hizo oídos sordos a mi caso. Fui dos veces y no me hicieron caso y decidí no volver jamás.
Me escondí al no sentirme protegido por ninguna autoridad y organismo de DD.HH.
-¿Los familiares de los estudiantes nunca lo buscaron para ayudarle o agradecerle de algún a manera por lo que Ud. descubrió?
- Nunca me he encontrado con los familiares de los estudiantes y tampoco me han buscado ellos tenían la obligación de saber donde estaba el que descubrió las fosas.
- Finalmente Sr. Arizapana ¿Qué le pediría a las autoridades del gobierno y a los organismos de derechos humanos?
- Durante catorce años nunca he tenido una protección con respecto a los derechos humanos, no me han tenido en cuenta, yo mismo me he cuidado. He sido una persona que estado como un nómada de un sitio a otro, he perdido mi familia. A veces me arrepiento de haber descubierto las fosas de los estudiantes por todo lo que he pasado y he perdido, arriesgando mi vida, estoy sin empleo, sin documentos. Espero que me escuchen Amnistía Internacional, la Comisión de la Verdad, la Defensoría del Pueblo, la Cruz Roja por que mi caso es delicado, sigo haciendo un llamado a la Coordinadora de los Derechos Humanos que vea nuestro caso de nuestra seguridad personal y agradecer por esta entrevista para contar la verdadera historia sobre el descubrimiento de las fosas donde estuvieron enterradas los restos calcinados de los estudiantes y un profesor de La Cantuta, gracias pueblo de Comas.
Guillermo Catacora Arroyo
-¿Sr. Catacora cuál fue su participación en el descubrimiento de las fosas?
-El Sr. Arizapana vino a mi casa y me contó toda la historia del descubrimiento. Fuimos a Cieneguilla una noche y entre los dos hemos abierto las fosas y sacamos un hueso de la cadera y un pedazo de hueso quemado y eso nos lo trajimos para tener las pruebas y entregarle al Sr. Cáceres Velásquez. En mi casa hicimos el croquis y junto a los huesos en un sobre manila nos fuimos al Congreso a la oficina del Dr. Cáceres Velásquez y le entregamos dicho sobre.
Pasaron dos semanas y no salía la noticia, pensábamos que el Dr. Cáceres se había «chupado». Como conocía al Sr. Juan Jara de Radio Comas le dimos una fotocopia del plano y es por eso que después se lo llevaron detenido por varios años. El Sr. Arizapana el verdadero descubridor de las fosas.
- Mientras tanto la vida de ustedes corría peligro, se sabía de la muerte de Mariela Barreto que se pensaba que fue ella quien facilitó el dato de las fosas, que hizo después que se conocieron los hechos
-Tengo tres hijas en Italia hace 20 años y yo no podía salir antes. Salí recién cuando Montesinos cayó por sus crímenes.
Pero antes de irme el Dr. Cáceres me contactó con Ricardo Uceda quería conocerme y me habló de que estaba escribiendo un libro «Muerte en el Pentagonito» y que nosotros podíamos participar anónimamente o con nuestros nombres. Le dije que no había ningún problema que pusiera mi nombre. Me preguntó por Arizapana y él estaba en la clandestinidad, no podíamos encontrarlo. Posteriormente vine de Italia para la presentación del libro y ya para es entonces tomamos contacto con Arizapana.
-¿Ud. tampoco tuvo contacto con los familiares o de alguna manera fue ayudado por algún organismo?
-Por intermedio del Dr. Cáceres Velásquez conocí a la Srta. Gisella Ortiz quien me dio 250 dólares para mi pasaje de retorno ya que yo había llegado de Italia y mi pasaje de retorno se me extravió. El Sr. Soberón me dio 320 dólares y me dijo que el resto me diera Uceda. Yo soy artesano y vivo de eso y he regresado al Perú porque no me acostumbro en otro país y necesitamos ayuda.
-¿Sr. Jara, cuál fue su reacción cuando Ud. recibe la copia del croquis?
-Recibí este croquis de parte del Sr. Arizapana y Catacora en momentos difíciles, donde se perseguía a políticos, periodistas y la prensa estaba amordazada es que tuve un poco de temor. Pensaba que me estaban fabricando, ocurre que mi casa la habían allanado dos o tres veces. No dormía en mi casa.
En una oportunidad la DINCOTE llegó a mi casa y habló conmigo. Ellos me dijeron que tenga cuidado porque te están fabricando. Justo después de la visita de la DINCOTE es que recibo el plano y tuve bastante temor. Pero nos pusimos de acuerdo con Arizapana y otro amigo y fuimos a Cieneguilla. Allí tomamos unas doce fotos para comprobar que eran los cuerpos de los estudiantes.
Todavía había dudas y tuve que hacer contacto con algunos periodistas. Pero lamentablemente no los pude ubicar y tuve que recurrir a un amigo que es del diario La República. Tampoco lo ubique. Los días iban pasando y decidí ir personalmente a La República y en ese trayecto es que fui detenido. Me incautaron el croquis y las fotos de los entierros. Fue de manera casual y es allí que también fue injustamente implicado al hermano Juan Mallea. Fui encarcelado por tener estos materiales de información.
Un poco más y me desaparecen, me condujeron a otro lugar que no eran la detención y prácticamente era una especie de desaparición y en ese entonces se sucedían las desapariciones. Por una causa fortuita me salvé de ser desaparecido y me condujeron a la DINCOTE. Allí tuve una conversación con los altos mandos militares y me preguntaron quienes fueron los que hicieron el croquis, y los que tomaron las fotos. Me dijeron «tu pide nomás cuanto valía esta noticia» o sea ellos me ofrecían dinero.
Me decían: «todos los periódicos están vendidos, por qué te niegas aceptar», «asegura a tu familia», «te mandamos a Europa». Me negué porque peligraba la vida de los dos amigos, porque si los delataba a los dos lo desaparecían y a mi ¿quién me garantizaba mi vida?, me negué tajantemente. Entonces me extorsionaban «O le traemos a tu familia y los encerramos aquí a todos, uno de dos, elige o te vas a la cárcel». Me voy a la cárcel les respondí.
- Hablemos de Ricardo Uceda. ¿En las publicaciones después del descubrimiento de las fosas él escribía desconociéndote como periodista?
- Valga esta oportunidad para agradecer. Si yo estoy vivo es gracias a Dios a mis padres, a mis hermanos, a la Asociación de Periodistas del Perú, a Roberto Mejía, al Sr. Julio Saldaña de Radio Comas, se puso al frente ya que yo tenía un programa. También Juan Saldaña, Gamaniel Francisco, Luís Támara, todos ellos eran amigos de confianza y también estaban Fernando Cabanillas, Rubén Trujillo y por la República el desaparecido Gustavo Momhe Llona, Gustavo Momhe Seminario, Óscar Chumpitaz todos ellos sacaron cara por mi persona y eso estoy agradecido.
Con respecto a Ricardo Uceda, es la persona que se atribuye haber descubierto las fosas, me hizo como seis notas denigrándome, me desconoció como periodista. Mi familia iba continuamente a la revista SÍ con todos mis documentos que acreditaban que yo era periodista, que había estudiado en San Marcos y había laborado en diversos medios de comunicación y tenía la garantía de la Asociación de Periodistas del Perú y del Colegio de Periodista del Perú. Me denigró en seis notas periodísticas, que me iba costar ser liquidado por la dictadura de Fujimori y Montesinos y también Edmundo Cruz jugó otro papel igual.
El Sr. Uceda me visitó en el penal Castro Castro y se disculpó y yo no lo quise recibir y creo que el tiempo me está dando la razón, porque no es una persona coherente en sus actos y si hizo algo como lo menciona el su libro «Muerte en el Pentagonito» lo hizo prácticamente por cuestiones personales, lamento esto y como lamento unos artículos de Edmundo Cruz, él es un investigador y sabe lo que escribe en varias oportunidades habló de algunas cosas que ni la misma policía y los magistrados me refieren a mi persona, José Arrieta se mantuvo al margen. Se dice que Uceda, Cruz y Arrieta son los que han descubierto esto, que se han sacrificado. Los hechos no lo demuestran así.
Estuve recluido en Castro Castro, me he salvado de milagro, hubiera sido un desaparecido más, otro periodista más, ya que esta noticia descubrió lo que habían hecho las fuerzas armadas en el gobierno de Alberto Fujimori.
-¿Sr. Juan Jara cuándo y como le dan libertad tras 11 años de estar recluido en prisión?
-Salgo en libertad en el 2004 por intervención de los periodistas de Estados Unidos, la Asociación de Prensa de EE.UU. quienes intervienen y presionan al gobierno de Toledo y el tribunal me absuelve de todos los cargos. Porque no era delito tener una información, una noticia y menos difundirla.
-A través de Línea de Fuego hacemos una petición a las autoridades de Derechos Humanos, al Gobierno, dado el inicio del juicio a Alberto Fujimori por la matanza de los estudiantes y del profesor de La Cantuta, estas tres personas tienen mucho que decir y pedimos las garantías a su integridad por que sus vidas corren peligro.
-Esta coyuntura donde Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos que se encuentran en proceso y al salir a luz las personas que han intervenido en este hecho histórico, yo también pido la protección del Estado y de los organismos de DD.HH., pero verdaderamente, no solamente en promesas.
- Actualmente sigues un juicio al Estado peruano por haber permanecido preso injustamente once años ¿En que situación se encuentra?
-Prácticamente al haber sido absuelto de todos los cargos, necesariamente estoy haciendo un proceso judicial que recién terminará de aquí a diez años y esa es la injusticia que hay en nuestro país.
-¿A Ud. lo acusaron de haber entregado el croquis de Cieneguilla, con el antecedente que habían asesinado a Mariela Barreto, torturaron a Leonor La Rosa agentes de inteligencia del Ejercito, por qué lo detuvieron?
- Esta es la primera vez que doy una entrevista a un medio de comunicación, siempre me he negado porque la información salía distorsionada.
Me enteré de los hechos porque en mi negocio se fotocopiaron 10 copias del mencionado plano. Yo le apoyaba a un amigo Zabalaga que trabajaba para un diario y a él también le iban a dar una copia, pero me enteré antes que ellos. Me guardé una copia para mí y callé para siempre.
Si bien es cierto era un agente de inteligencia, vivo en Comas conocí a la gente de Sendero, y del MRTA, pero mi trabajo no era Sendero ni MRTA, era netamente inteligencia pero en el extranjero, tal es así que he viajado unas 54 veces a EE.UU, Cuba, México, Panamá, Europa y a muchos países más.
Callé lo del plano hasta que se conoce el problema de Leonor La Rosa. Ella en una entrevista sale y dice: «Yo he visto en el sótano a Hans Ibarra». Eso era verdad, estuve con Leonor La Rosa en el sótano, ellos se dan cuenta que yo sabía del plano. Me interrogaban y me pedían que les dijera quien me había dado el plano, también si conocía al Grupo Colina.
Comienza las investigaciones me meten al sótano, me iban a desaparecer, a los pocos días murió Mariela Barreto, quien era una de las presuntas que había dado el plano a la prensa el otro era yo. Murió Pretell, murió Mariela Barreto, Leonor queda inválida, ahí me meten al sótano y dije; me toca a mí. Felizmente se hizo público por Leonor La Rosa y me pude salvar, he sido procesado, enjuiciado, sentenciado, me han dado de baja, no pertenezco al ejército ahora, todo porque lo de los planos quedó para siempre en secreto y que no lo conté a nadie, en el libro de Uceda conté una parte, como por ejemplo que en Comas el GEIN vigilaba el local donde se hacía El Diario, conocía a esa persona y le avisé antes que los intervengan, si ellos me hubieran hecho caso nada hubiera sucedido. No me hicieron caso y la policía los intervino. De esta manera en una medida me protegía, porque si no era así, a mí ya me hubieran matado hace tiempo, no solamente a mí sino a mi familia. Por dos frentes uno por Sendero y otro por el Grupo Colina, porque el Grupo Colina pensaba que yo había entregado los planos a la prensa.
En una oportunidad me buscó Uceda y me dijo: «Dime quién te dio el plano», porque en la Revista SÍ salió publicado que el plano me dio Vladimiro Montesinos para inculpar a Sendero. Le dije que no tenía nada que ver y callé y ahora lo estoy haciendo.
-¿Ud. cuando permaneció en el sótano del SIN fue torturado o escuchó que se torturaban a algunos colegas y que después han sido desaparecidos?
-Para una persona que no está entrenada para sufrir este tipo de torturas debe ser terrible. Yo si he sido preparado, entrenado para soportar eso y otras torturas más. Porque supongamos que como agente me cojan en el extranjero, a mi ahí no me va a salvar los derechos humanos, ni la Corte Interamericana, simplemente me desaparecen de la peor manera, me considero entrenado y preparado para soportar una tortura. Los sótanos son cuartos oscuros, tétricos, sin luz, con triple puerta que cualquiera no lo soportaría
-¿Lo torturaron a Ud.?
- La tortura física no, pero sí la tortura psicológica, porque yo sabía que iba a morir. Entonces yo busqué que alguien me vea y en eso me ve Leonor La Rosa y es verdad los agentes no hablamos con la boca, hablamos con los ojos, con los codos, con las manos, en raras ocasiones con la boca. Fue entonces que Leonor me vio y me interpretó lo que yo le quería decir y ella declaró que yo vi a Hans Ibarra en el sótano y me decía «ayúdame» y me salvé. Y es así que mi caso se hizo público, se supo por los medio de prensa, en el Congreso.
- ¿Ud ha sido apoyado por personalidades o los organismos defensores de DD.HH.?
- Si es cierto que, a Leonor La Rosa le han dado 120 mil dólares, sin haberse probado si ha sido violada o torturada, no hay ninguna sentencia que lo diga así. A los familiares de Mariela Barreto sin que haya una sentencia, que lo mató tal o cual persona le han dado 160 mil dólares, a la familia de Pedro Huillca le han dado 260 mil dólares sin que haya una sentencia de quien lo mató, además Pedro Huillca ha sido declarado Héroe Nacional, hay un monumento que lleva su nombre, una cátedra de San Marcos va a llevar su nombre, para mi es injusto. Yo pido ayuda nacional e internacional para el señor Catacora, para Juan Jara para Justo Arizapana por que ellos se merecen, ellos han arriesgado su vida a cambio de nada.
El Patriota ha cobrado 100 mil dólares, le dieron en efectivo y volvió por más y le han dado más. Y ahora vive en Estados Unidos asilado y bien, pero los que lo hacemos por amor a la patria, al Perú para que esto se esclarezca, ni un Sol, es lo más injusto.
Volviendo a los deudos de los estudiantes de La Cantuta a quien no tenemos nada contra ellos, pero las familias que han recibido cerca de tres millones de dólares, no se hayan acordado, por lo menos siquiera con el 5% de lo que han recibido, para el Sr. Arizapana que descubrió donde estaba enterrados los restos de los estudiante. Debe hacerse un reconocimiento público y debe resarcírsele por haber vivido en la clandestinidad por varios años, por todos nosotros, yo he sufrido, enjuiciado, procesado, sentenciado y me han sacado de la institución y todo por no haber dicho lo que sabía, lo de los planos.
- ¿Sr. Ibarra, Ud. está seguro que el Grupo Colina no asesinó a Pedro Huillca y que es injusta la reparación que le dieron a sus familiares?
Por las noticias periodísticas y por lo que yo he conversado con la gente del Grupo Colina en el penal, me han dicho que ellos no son y porque no hay ninguna sentencia que diga que ellos son, reafirmo que el Grupo Colina no mató a Pedro Huillca y por lo tanto el Gobierno se allana y le da los 260 mil dólares y porque no le dan algo similar a Arizapana o Catacora o a Jara. Eso me parece injusto.
¿Fue el Grupo Colina quién mató a Mariella Barreto?
Esa es una gran incógnita, también he conversado con el Grupo Colina y ninguno me da un indicio que hayan sido ellos, pero me imagino que debe ser el Grupo Colina.
FUENTE:http://revistalineadefuego.blogspot.com/2008/03/caso-la-cantuta-informe-especial.html
Mas informacion: http://premio.fnpi.org/textos04-presentacion.html
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