¿Infiltración?
En San Marcos apoya la lucha de comensales. Las huestes de Abimael han vuelto su mirada a las universidades para captar jóvenes inteligentes, pero también inconformes.Jorge Loayza.El discurso radical de Sendero Luminoso no ha muerto en las universidades nacionales. Ya no es ese monstruo temido que creció en los años ochenta, pero en esta nueva etapa quiere tener presencia en diferentes organizaciones universitarias.
Los muros no están pintarrajeados de rojo con vivas a la guerra popular como en las décadas pasadas, ahora prefieren lanzar mensajes en volantes y panfletos para llamar a combatir y resistir. Saber lo que pasa en San Marcos sirve para conocer la manera cómo Sendero quiere recuperar espacios dentro del ambiente universitario.
El mejor ejemplo es el comedor universitario, un bastión que siempre ha pretendido ser dominado por Sendero. La demora en su remodelación –más dos años–, producto de una mala licitación, ha ocasionado que se vuelva un caldo de cultivo para la justa protesta de los más de mil estudiantes que diariamente usan sus servicios. Esa desazón estudiantil también ha sido canalizada por un grupo radical denominado “Comité de comensales”, el cual usa en sus pronunciamientos públicos un discurso radical que convoca a la lucha conjunta de estudiantes y trabajadores.
Por ejemplo, en uno de sus comunicados hacen el siguiente llamado a los estudiantes: “Combatir, avanzar y no claudicar”, un lenguaje típico de organización filo senderista. Se mimetizan en las marchasSobre ello debe resaltarse que en la reciente presentación del libro “De puño y letra” en el hotel Riviera se vieron muy activos a los integrantes del “Comité de comensales” Doller Huamán Cutisaca y Joan Flores de la Cruz. “Lo que se conoce de esa corriente (pro Sendero) es que se meten en tema reivindicativos de la universidad.
En la parte cultural también trabajan a través de grupos de zampoña como Takimarka, que es muy antiguo en la universidad”, nos dijo un veterano dirigente estudiantil.Sin embargo, la manera como los prosenderistas asumen sus luchas en la universidad ha tenido algunos cambios. Antes solían tener su propio grupo y marchaban de manera muy ordenada y rígida al final de la fila lanzando sus propias consignas como “¡combatir y resistir!”. Lo que hacen ahora es mimetizarse en las marchas.
En esa situación encontramos a la profesora de psicología Lourdes Carpio en la marcha organizada el pasado jueves por diversas universidad en demanda de mayores recursos. Carpio es catedrática de psicología y estuvo presa acusada de terrorismo.
Su activismo prosenderista es conocido en San Marcos desde la década pasada. Cuando le preguntamos sobre sus antecedentes nos dijo que ella estuvo detenida dos veces y que en la segunda oportunidad fue absuelta por la Corte Suprema. “La gente que tiene un pensamiento por la lucha gremial ha sido perseguida toda la vida. Yo he sufrido momentos duros de aislamiento y de aberración, de toda pérdida de derechos que han sufrido los presos políticos, ¿no voy a estar al lado de ellos luchando por sus derechos? Sí lo voy a estar toda mi vida aunque no sea de su organización política”, aseguró Carpio.
Además, cuando le preguntamos sobre sus actuales actividades en San Marcos, aseguró que no ha hecho nada malo para no seguir enseñando y lo que haga es parte de su vida personal. “Toda mi vida he sido dirigente. Toda lucha que sea para defender los derechos, si eso es malo quiere decir que no hay democracia”, se defendió.
Movimientos en las aulas
René Meza, integrante del movimiento de egresados de San Marcos, Proyecto San Marcos, dijo que no se puede negar que hay gente dentro del ambiente universitario que tiene relación con Sendero y que eso se hace más notorio en el comedor universitario. Sin embargo, dijo que en el mismo de San Marcos hay cerca de siete grupos de estudiantes de diversas tendencias que pretenden asumir la defensa estudiantil.
Eric Robles, del Centro Federado de Derecho, sostiene que actualmente la juventud sanmarquina vive un estado de indiferencia frente a la política. “Los sectores más empapados de política son los que defienden los derechos. La única forma de desprestigiarnos es tildándonos de senderistas”, dijo. En la Universidad San Cristóbal de Huamanga la Dircote tiene identificado a por lo menos siete estudiantes vinculados a Sendero que suelen participar en marchas estudiantiles. La más reciente fue por los sucesos de Bagua.
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